Noche y Madrid son sinónimos de diversión; pero, si este binomio lo aderezamos con ingredientes como verano, aire libre y cine, el planazo está garantizado. Y es que Madrid huele a verano. Huele a jardines, parques, terrazas, verbenas. Huele a tapeo, a tardes y noches interminables… Y a cine, Madrid huele y sabe a cine.