Hasta el próximo 14 de noviembre podemos votar las medidas que queremos que el Ayuntamiento de Madrid ponga en marcha para que la economía de la ciudad tenga nuevos valores y principios éticos, una economía que busca la cooperación frente a la competitividad y que nos sitúa a las personas en el centro.

Esto es lo que va a hacer la Estrategia de Economía Social 2018-2025 que ha diseñado el Ayuntamiento, después de un proceso intenso de análisis, diálogo y reflexión con entidades y organizaciones sociales, grupos políticos municipales, cooperativas, empresas de inserción, sociedades laborales y asociaciones. Un primer documento que incorpora 79 medidas para convertir en realidad que la economía social y solidaria sea un agente clave en el desarrollo territorial de la capital, fomentando su crecimiento, diversificación y fortalecimiento desde la innovación y el conocimiento, introduciéndola en la política municipal.

Entre los agentes que han participado en la ‘fabricación’ de esta estrategia figuran, además de personal municipal de distintas áreas del Ayuntamiento de Madrid, expertos del ámbito de la economía y de la universidad, cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo, iniciativas ciudadanas y asociaciones relacionadas con la economía social, y empresas de inserción.

Sobre qué decidimos

Del conjunto de 79 medidas, 19 son de carácter estructural para dar orden y coherencia al desarrollo de la estrategia. Sin ellas, el resto de medidas no podrían llevarse a cabo, por lo que su ejecución está asegurada.

En el caso de las otras 60 propuestas, las 50 que reciban más apoyos serán prioritarias en la implementación de la Estrategia de Economía Social y Solidaria.

Aunque tienes toda la información adicional disponible en https://decide.madrid.es/legislation/processes/26/proposals, para muestra, un botón de las numerosas acciones planteadas: formación en Economía Social y Solidaria (ESS) incluida en los talleres y cursos de la Agencia para el Empleo y otros organismos municipales; también formación al personal municipal en ESS; facilitar la accesibilidad y concurrencia de las entidades de ESS en la contratación municipal; ayudas económicas a la capitalización de las mismas; puesta en marcha de cooperativas escolares como modelos de interacción para diseñar en las aulas; posibilitar el acceso de iniciativas de ESS a puestos de los mercados municipales mediante acuerdos con asociaciones de comerciantes; fomentar la participación de empresas de ESS en los clústeres sectoriales y económicos impulsados por el Ayuntamiento; diseño de programas y proyectos con universidades, centros de formación profesional y otros ámbitos de innovación para desarrollar iniciativas piloto de ESS; elaborar un catálogo actualizado de las iniciativas existentes de ESS para visibilizar un conocimiento general de las mismas en la ciudad de Madrid.

Además de apoyar las actuaciones originalmente planteadas, podemos proponer otras nuevas acciones que, a su vez, podrán ser apoyadas por la ciudadanía que quiera intervenir en este proceso.

El documento final de la Estrategia de Economía Social y Solidaria, que priorizará y programará el conjunto de acciones a partir de este proceso de apoyos, será aprobado por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid.