Calor, sí, pero también mucha magia. Si tiramos de nuestros mejores recuerdos, una gran mayoría tienen tintes estivales. Por eso, la magia entra con fuerza en la programación de Veranos de la Villa para seguir tiñendo con su halo la memoria de nuestros estíos inolvidables. El centro neurálgico es la Fundación Juan March. Por algo esta institución tiene la mayor biblioteca de ilusionismo del país. Te los contamos.
