El Ayuntamiento de Madrid no decide en qué días se aplican restricciones de tráfico cada vez que se registra alta contaminación por NO2, sino que existe un protocolo que define cuándo debe activarse cada uno de los escenarios previstos. La activación tiene que ver con dos factores: los niveles de NO2 y un informe con la previsión del tiempo y su influencia en la contaminación que elabora la Agencia Española de Meteorología (AEMET)










