El Ayuntamiento de Madrid no decide en qué días se aplican restricciones de tráfico cada vez que se registra alta contaminación por NO2, sino que existe un protocolo que define cuándo debe activarse cada uno de los escenarios previstos. La activación tiene que ver con dos factores: los niveles de NO2 y un informe con la previsión del tiempo y su influencia en la contaminación que elabora la Agencia Española de Meteorología (AEMET).

División en zonas para aplicar el Protocolo (1, interior de la M30; 2, Sureste; 3, Noreste; 4, Noroeste y 5, Suroeste).

Para conocer los niveles de NO2, el Ayuntamiento cuenta con una red de 24 estaciones de vigilancia de la calidad del aire que están distribuidas por toda la ciudad. Hemos clasificado estas 24 estaciones en 5 zonas, teniendo en cuenta la densidad de tráfico y población en cada una de ellas.

Las 24 estaciones miden la calidad del aire cada hora y según la cantidad de NO2 detectado existen 3 tipos de niveles de superación:

  • Preaviso: cuando en dos estaciones cualesquiera de una misma zona se superan los 180 µg/m³ durante dos horas consecutivas.
  • Aviso: cuando en dos estaciones cualesquiera de una misma zona se superan los 200 µg/m³ durante dos horas consecutivas.
  • Alerta: cuando en tres estaciones cualesquiera de una misma zona (o dos si se trata de la zona 4) se superan los 400 µg/m³ durante tres horas consecutivas.

El siguiente paso es examinar la previsión meteorológica de AEMET. Su informe puede ser favorable o desfavorable: si se prevé viento o lluvia que puedan disipar la contaminación, será favorable; si la situación es anticiclónica y hay poco viento, desfavorable.

Solo en los casos en los que la previsión sea desfavorable se activan los distintos escenarios del protocolo, en función de este baremo y teniendo en cuenta que el primer día siempre se activa el escenario 1 y que para llegar a un escenario hay que pasar siempre por el anterior:

  • Si se llega al nivel de preaviso un solo día → escenario 1. Este escenario se mantiene si en las 24 horas siguientes se registran niveles inferiores a 180 µg/m³ pero superiores a 160 µg/m³.
  • Si se llega a preaviso dos días consecutivos, o a aviso un solo día → escenario 2.
  • Si se llega a nivel de aviso dos días consecutivos → escenario 3.
  • Si se llega a nivel de aviso tres días consecutivos, o a alerta un solo día → escenario 4.

Cada uno de estos escenarios lleva asociados una serie de recomendaciones o restricciones que probablemente ya te resultarán familiares. [imágenes de los escenarios]

Para más detalle, remitimos al texto del protocolo, aprobado por la Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid el 21 de enero de 2016, que puede leerse aquí. Tanto los datos de NO2 –y de otros contaminantes– actualizados cada hora como los informes de AEMET se publican en la web madrid.es/contaminacion.

¿Quiénes activan el protocolo y en qué momento?

En cuanto se registran las superaciones de NO2, una herramienta informática envía un mensaje automáticamente a un grupo operativo del que forman parte el Ayuntamiento de Madrid, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (Comunidad de Madrid), la Dirección General de Tráfico (Ministerio de Interior), la Guardia Civil, Cercanías, Renfe y AEMET. Es en ese momento cuando se coteja el informe de AEMET y se activa el protocolo si procede. Según el comportamiento habitual de los gases en la atmósfera, el NO2 suele subir por las tardes y las noches (el mayor número de superaciones se produce entre las 21:00 y las 23:00 horas).

La entrada en vigor del escenario 1 −que sólo implica reducir la velocidad− se produce a las 6 de la mañana del día siguiente a las superaciones. Sin embargo, para permitir que la ciudadanía planifique sus desplazamientos, el paso a siguientes escenarios se notifica, como tarde, a las 12 del mediodía del día anterior. Es decir, si se prohibiera circular o aparcar en el centro mañana, te lo diríamos hoy antes de las 12 del mediodía. Por tanto, los niveles de NO2 consultados para marcar las restricciones que pueda haber mañana son los que se registraron ayer.

Como hemos explicado, el protocolo marca claramente cuándo se activan las restricciones, pero deja abierta una posibilidad de suspenderlas o posponerlas: cuando haya circunstancias excepcionales en las que pueda ser contraproducente, por congestión del tráfico por entrada o salida en vacaciones o festivos, o bien por razones de seguridad y orden público. Hasta ahora esa excepción se ha aplicado una vez: en diciembre de 2016, el domingo final de un puente se suspendieron las restricciones para permitir que las personas que habían salido de viaje antes de la activación del protocolo pudieran volver a sus casas.

¿Esto va a ser siempre así?

El protocolo que se está aplicando actualmente entró en vigor en febrero de 2016, tras un periodo de consultas y búsqueda de consenso con grupos municipales, colectivos sociales, ecologistas, asociaciones profesionales y de transporte. El Área de Medio Ambiente y Movilidad está estudiando su funcionamiento y, partiendo de la experiencia adquirida, se plantea elaborar una nueva versión que incorpore mejoras para hacer su aplicación más eficaz y evitar en mayor medida los picos de contaminación, a la vez que se mantiene la antelación en los avisos.

Por otro lado, el protocolo es una herramienta para atajar situaciones puntuales en las que la concentración de NO2 supera los límites tóxicos establecidos por la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea. Desde el Ayuntamiento de Madrid estamos desarrollando una serie de medidas estructurales para fomentar modelos de movilidad más sostenibles en toda la ciudad: el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático. Puedes conocerlas en detalle en la web aire.madrid.es.