La puerta del Sol, este centro neurálgico de la geografía y la vida madrileña, inicia un proceso de transformación que permitirá hablar de la Puerta del Sol como una plaza, un amplio foro urbano donde destaque la claridad y en el que se puedan desarrollar actividades de todo tipo compatibles con la función comercial, estancial y de encuentro que debe marcar su día a día.