Ya lo llaman la pandemia del siglo XXI. No hay nada más que darse un paseo por la calle, subir al transporte público o sentarse en una sala de espera. Estamos rodeados de personas que han dejado de conectar con la realidad tangible para sumergirse en el mundo virtual. Es innegable que la tecnología ha venido para quedarse y ha cambiado radicalmente nuestra manera de comunicarnos, de aprender, de informarnos y de relacionarnos. Pero un uso abusivo e inadecuado de las pantallas, especialmente entre los más jóvenes, está creando una generación que presenta alteraciones en su comportamiento que afecta a sus rutinas diarias en el ámbito familiar, académica y social.

Ya sea por la falta de legislación que regule el uso de los móviles en las aulas o el escaso nivel de supervisión que padres y madres ejercen sobre los contenidos que consumen jóvenes y adolescentes o el tiempo que le dedican a las pantallas, los expertos ya alertan de que el uso problemático de Internet (UPI) se está convirtiendo en una cuestión de Salud Pública por los múltiples peligros que acechan en la Red: sexting, acceso a pornografía, acoso escolar, videojuegos no adecuados para una determinada edad o apuestas online.

Asesoramiento, prevención y detección precoz

El Ayuntamiento de Madrid, a través del Instituto de Adicciones de Madrid Salud, pone a disposición de las familias un equipo multidisciplinar de especialistas en prevención y atención de adicciones en consumo de alcohol y otras sustancias, uso abusivo de pantallas y trastorno por juegos de azar y apuestas deportivas.

En el caso de la tecnología – internet, redes sociales y videojuegos-, los profesionales del Servicio PAD (Prevención de Adicciones) ofrecen un servicio de orientación familiar, de acceso directo, confidencial y gratuito con intervenciones individuales y grupales dirigidas por psicólogos. Además, para población adolescente y jóvenes hay una variada oferta de programas.

Ana Álvarez, adjunta al departamento de Prevención de la Subdirección General de Adicciones de Madrid Salud, insiste en la “necesidad de incidir en la prevención y en la detección precoz de los jóvenes que presentan algún trastorno para comenzar cuanto antes el tratamiento adecuado”. Porque el Servicio PAD ofrece una atención integral que va desde acciones de prevención y sensibilización hasta los tratamientos más sofisticados para familias, jóvenes y adolescentes de 14 a 24 años, “aunque en el caso de las pantallas hemos adelantado el tramo de edad a los 12”.

Pantallas, redes sociales y videojuegos

Los equipos de prevención trabajan de manera coordinada con los centros educativos, las AMPAS, adultos de referencia y familias que derivan a los Centros de Atención a las Adicciones a los jóvenes que requieren un tratamiento especializado, “porque cuanto antes intervengas, mejor pronóstico tiene”.

En las aulas imparten sesiones preventivas, evaluadas y validadas por la Universidad Miguel Hernández, como el de Pantallas, redes sociales y videojuegos, donde se explica a los alumnos la necesidad de hacer un uso responsable de la tecnología y todos los riesgos asociados al consumo abusivo de Internet. “Hay que partir de la base de que la tecnología ha venido para quedarse y hay que convivir con ella”, subraya Ana Álvarez, “pero es importante que adolescentes y jóvenes aprendan los beneficios del equilibro y la higiene digital para su desarrollo”. Estos equipos también trabajan en los recreos y en el ámbito comunitario “porque de lo que se trata es de tener muchos ojos en el terreno para que nos deriven casos”.

Las familias, un pilar fundamental

El Servicio PAD dispone de un servicio de orientación específico para las familias, “ya que su papel es clave en la prevención de las adicciones y las conductas de riesgo en la adolescencia”. Compuesto por profesionales de psicología, realizan sesiones de intervención grupal cuyo objetivo es aportar conocimientos, mensajes preventivos, facilitar la detección de señales de riesgo y ofrecer pautas de actuación, además de ofrecer un Programa de Atención Individualizada en Prevención de Adicciones (Programa IBAF), evaluado y con eficacia demostrada. Además, la web del Servicio PAD ha habilitado el Aula Familias, con módulos informativos sobre la adolescencia, la comunicación en casa, la educación o los riesgos de las adicciones.

Ana Álvarez hace hincapié en la intervención transversal del Servicio PAD para llegar a más jóvenes y adolescentes, a través de jornadas, mesas comunitarias o los Espacios PAD Joven. El último en abrir situado en el distrito de Usera dispone de un aula de prevención digital donde los jóvenes aprenden a hacer un uso responsable de la tecnología. “También se trabaja en la alfabetización digital, ya que detectamos que la brecha digital imposibilita a las familias conocer lo que sus hijos pueden encontrarse en las redes e Internet”, explica Ana Álvarez.

El Servicio PAD del Ayuntamiento de Madrid está abierto a adolescentes, jóvenes y familias que necesiten cualquier tipo de ayuda y orientación en materia de prevención de adicciones. Ya sea físicamente, por teléfono (699480480) o a través de la página web, el acceso y la atención es gratuita. Un grupo de profesionales está esperando para escucharte, valorar tus necesidades y orientarte sobre las estrategias más adecuadas en prevención. “Educación y prevención son claves”, subraya Álvarez, “porque la vida de nadie puede depender de un like”.