El lector no nace, se hace. Y se hace leyendo en casa, en el colegio, en el instituto, en la playa… o en cualquier lugar donde se produzca ese encuentro mágico entre una persona y un libro. La posibilidad de que ese vínculo progrese adecuadamente debe mucho al fomento de la lectura y entre las diferentes herramientas que existen para invitarnos a leer, los clubes de lectura se han convertido en una opción cada vez más atractiva.