¿En qué se parecen un abanico y un paraguas? ¿Qué tienen en común unas alpargatas y un ungüento milagroso y sanador? Aparentemente nada, pero en Madrid estos objetos tan dispares tienen un vínculo común: pueden adquirirse en alguno de los comercios centenarios que aún mantienen viva su actividad, sobreviviendo impertérritos al paso del tiempo.