Renaturalización del entorno. Regeneración de espacios abandonados, tantas veces utilizados como vertederos y convertidos ahora en zonas estanciales y de juegos, donde pasear, poder sentarse y descansar, disfrutar del ocio…en definitiva, convivir.
Renaturalización del entorno. Regeneración de espacios abandonados, tantas veces utilizados como vertederos y convertidos ahora en zonas estanciales y de juegos, donde pasear, poder sentarse y descansar, disfrutar del ocio…en definitiva, convivir.
El Bosque Metropolitano, bordeando la capital, el aire puro, la vegetación que todo lo invade, es todavía un proyecto en el que el Ayuntamiento de Madrid ya ha comenzado a trabajar, pero pronto dejará de ser algo ‘futuro’ para tornarse en ‘presente’. Un presente en el que Madrid se funde con el bosque y en el que el sueño es ya realidad.
Una gran oportunidad la que tiene Madrid en sus manos y a la que estamos todos los madrileños convocados con un único objetivo: transformar y modernizar Madrid con acciones que luchen contra el cambio climático y mejoren su medio ambiente. Esta es la clave de ‘Isla de color’. Una estrategia ambiciosa para que la naturaleza sea protagonista en el desarrollo urbano de la capital en los próximos años.
Es uno de los dos cerros testigo –elevaciones solitarias que debido a la erosión se hallan en una zona plana- que se mantienen en la ciudad. Con sus 726 metros de altura y compartiendo el espacio de dos distritos, Villa de Vallecas y Vicálvaro, el cerro Almodóvar es un buen testigo de la historia de Madrid desde sus tiempos más remotos. El deterioro de décadas ha acentuado hoy su desertificación. Su mañana, sin embargo, pinta muy distinto: es el kilómetro 0 del futuro Bosque Metropolitano. Y en ese futuro cuenta la palabra de los vecinos.