94 años les separan. Casi un siglo en el que Manuel ha sumado a sus anécdotas de vida miles de partidas de ajedrez, mientras que Martín apenas está empezando a descubrir esta fantástica disciplina que enamora a aficionados de todas las edades. Sus caminos se cruzaron a mediados de septiembre en Moratalaz por protagonizar, casi con total seguridad, la partida de ajedrez con mayor diferencia de edad entre rivales en un torneo.