El Ayuntamiento de Madrid inicia el plazo de información pública para llevar a cabo los planes directores de tres parques de la ciudad: los jardines del Buen Retiro, la Quinta de Fuente del Berro y el de Juan Pablo II. Unos planes que se desarrollarán durante los próximos diez años para unificar criterios de intervención, optimizar los recursos y conciliar el disfrute ciudadano con el mantenimiento y conservación más adecuados de estas zonas verdes.

Te invitamos a descubrir más sobre qué son los planes directores y cómo se ejecutarán en los tres espacios verdes, redundando en un mayor disfrute de la ciudadanía.

¿Qué son los planes directores?

El plan director es una herramienta de gestión que desarrolla una metodología de actuación unificada con criterios de intervención y optimización de los recursos, de acuerdo con las necesidades de conservación y puesta en valor de los parques.

Elaborados por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, evaluarán globalmente la situación de cada enclave para marcar las directrices y las actuaciones que se llevarán a cabo durante los próximos diez años.

Jardines del Buen Retiro

En el caso del pulmón verde del centro de la capital se realizarán actuaciones globales que afectarán a todo el parque. Los Jardines del Buen Retiro reúnen un conjunto de valores históricos, patrimoniales, culturales y ambientales que deben ser conservados de manera compatible con la alta afluencia de personas y los diversos usos y actividades que demandan y realizan. En este sentido, en el parque madrileño más conocido internacionalmente, se llevarán a cabo iniciativas relativas a su gestión y medidas centradas en el ámbito de la investigación, desarrollo e innovación I+D+i.

Las principales líneas de actuación recogidas en el plan se centrarán en:

  • La creación de un centro de atención al visitante, para que los más de 18 millones de visitantes anuales puedan tener un centro de referencia accesible en el que conseguir información, comunicación y actividades de todas las propuestas que diariamente se realizan en este parque madrileño.
  • A lo largo de los diez años del plan director se ejecutarán proyectos de protección, conservación y restauración en las 29 zonas con mayor valor patrimonial y medioambiental del parque, entre otras, los jardines del Reservado, de Cecilio Rodríguez, de Herrero Palacios (antigua Casa de Fieras; los paseos de Carruajes, del Duque de Fernán Núñez, de México y de las Estatuas;  la Montaña Artificial; el Observatorio Meteorológico; las plazas de Galicia o del Mármol y entornos de la Rosaleda, del Estanque Grande o del Parterre. En todos se realizará, además, un seguimiento arqueológico para conservar los materiales originarios mediante el empleo de técnicas tradicionales.
  • Los equipamientos, mobiliario y señalización tendrán una línea estética homogénea acorde con el valor histórico del parque e integrada con el paisaje para que el visitante tenga la sensación de encontrarse en un entorno especial,
  • Se pondrá en marcha un plan de accesibilidad universal, elemento clave para que toda la ciudadanía pueda disfrutar de ese paisaje y su entorno sin barreras arquitectónicas.
  • Un centro documental único aglutinará todo el material existente en diferentes emplazamientos para permitir identificar su peso cultural y reunir el material necesario de consulta para planificar los diferentes proyectos de conservación, recuperación, rehabilitación y recuperación, y el diseño de campañas de divulgación y concienciación.
  • Además, se elaborará una guía sostenible para actos públicos y ferias, con las medidas y criterios que deberán incorporarse como lo referente al reciclaje de residuos, el uso eficiente de los recursos energéticos, la protección de la fauna y flora y la reducción de la contaminación acústica y lumínica.
  • Se establece un programa de seguimiento para revisar periódicamente el grado de ejecución de las actuaciones propuestas, así como los recursos económicos, técnicos y humanos empleados.
  • Restauración de los elementos del sistema histórico de riego del parque. Aunque el trazado completo se desconoce, todavía se conservan algunos tramos de un amplio valor cultural y paisajístico que debe mantenerse como testigos de la gestión histórica del agua. Para su restauración se realizará un estudio para determinar el material más adecuado, facilitar la interpretación del recorrido y definir un diseño que evite posibles daños.
  • También se desarrollarán otras medidas para potenciar los beneficios ecosistémicos con medidas sobre el arbolado y el paisaje, además del desarrollo de un programa en beneficio de la biodiversidad del parque.

Quinta de Fuente del Berro

Más de cinco siglos de historia son los que tiene este parque de alto valor ecológico y salud urbana del distrito de Salamanca. Sus inicios en el siglo XVII, comenzaron en las laderas del arroyo de Abroñigal -que discurren en el actual trazado de la M-30- donde empezaron a surgir huertas y viñas de regadío. Con diferentes propietarios, fue en 1948 cuando el Ayuntamiento de Madrid recuperó sus 79.000 m2 de instalaciones, que conforman un jardín histórico y lugar de disfrute y ocio para todos los habitantes de nuestra ciudad.

Desde entonces, se han llevado a cabo múltiples transformaciones para mejorar las instalaciones, donde podemos encontrar el Centro Cultural Rafael Altamira –Fuente del Berro, con sus renovadas terrazas y la Casita del Reloj. Sus numerosos paseos, arbolado y zonas de esparcimiento hacen del parque Quinta Fuente del Berro un lugar idílico para el paseo, la lectura, la relajación.  Otra peculiaridad en la Quinta de Fuente del Berro es que se puede seguir el viaje del agua a través de la conocida como Fuente de la Salud, de la que se preservará y difundirá su extenso paisaje, poniendo en valor su amplio patrimonio arquitectónico, entre el que destaca sus muros de cerramiento oeste y norte.

En este Bien de Interés Cultural (BIC) se mejorará su accesibilidad, la señalización, el mobiliario, así como la iluminación y la seguridad. Todos los elementos hidraúlicos serán analizados, poniendo a punto el sistema y se elaborarán catálogos de soluciones para la mejora hidrogeológica. Además, con este plan director se preservará y difundirá el paisaje de la quinta, desarrollando todo su potencial de valor ecológico y salud urbana.

También se baraja la posibilidad de estudiar la ampliación del lago y la incorporación de un puente y un embarcadero que evoquen el material fotográfico histórico existente.

Parque Juan Pablo II

El tercer parque en el que se aborda un plan director es el ubicado en el distrito de Hortaleza. Dedicado al papa Karol Józef Wojtyła, desde el año 2007, esta zona verde de más de 28 hectáreas es una de las más desconocidas y jóvenes de la ciudad. Rodeado por la autovía A-2 y las avenidas de Los Andes, Carondelet y del Papa Negro, este espacio verde destaca por su jardinería mediterránea como eje temático de sus instalaciones.

Diseñado bajo la dirección de Federico Sepúlveda –director general del Patrimonio Verde del Ayuntamiento de Madrid entre 2003 y 2012– este espacio tiene dos señas de identidad: un diseño que favorece la presencia del agua durante todo el año y un espacio que funciona de conector verde del este de la ciudad, junto con el Pinar de Barajas, el parque de Juan Carlos I y el parque Forestal de Valdebebas.

Con el plan director para los próximos diez años se quiere potenciar el legado cultural, natural e histórico que su estilo mediterráneo ofrece a la ciudadanía. Por otro lado, sus instalaciones, con una amplia zona de pinar, se verán mejoradas con nuevo mobiliario, cartelería informativa y equipamientos (tanto lúdicos como deportivos), que se podrán disfrutar en los diferentes caminos y sendas proyectados en sus instalaciones, que se dividen en tres tramos: los Jardines Mediterráneos (con referencias al mundo medieval, a Oriente Próximo, a países árabes, entre otros), los Jardines del Sol y del Agua (con instalaciones deportivas, así como un trazado peculiar con especies arbóreas típicas del Mediterráneo, como olivos, vides, etc.) y, la zona forestal de pinares con plantaciones de pinus halepensis y pinus pinea (dividido en cuadrículas que dividen el espacio en cuatro zonas).

Esta zona verde, un vivo ejemplo de flora mediterránea, con numerosos caminos y senderos a distintos niveles, también será lugar destinado a actuaciones de I+D+i. Gracias a sus especies y su distribución, sus instalaciones permitirán estudiar y analizar su bosque urbano, el aprovechamiento sostenible del agua y la mejora y eficiencia energética que permiten producir una energía limpia en el recinto.