Las actividades de educación ambiental con colegios, institutos y centros municipales de mayores en dinámicas intergeneracionales están dando muy buenos resultados, pues favorecen la colaboración de las personas de mayor experiencia que aportan su saber a las nuevas generaciones. El beneficio del intercambio de conocimiento es mutuo: las personas de edad enseñan, transmiten valores y costumbres, y los jóvenes anhelan una identidad cultural, un sentido de pertenencia, modelos positivos y aprender de la experiencia. Es así como diferentes generaciones promueven el desarrollo y la participación social, mejorando la salud de la población adulta al estimular su actividad física y cognitiva en una convivencia sana con los que tienen toda la vida por delante.
Este encuentro intergeneracional fue organizado por el Departamento de Educación Ambiental (Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad), a través del programa Educar Hoy por un Madrid más Sostenible, las juntas municipales de distrito y la inestimable ayuda del personal de Gestión del Agua y Zonas Verdes.
Revitalizar los parques de barrio
Fue así como personas mayores de los centros municipales de Carabanchel y estudiantes del IES Leonardo Da Vinci del distrito de Latina se reunieron en el parque de las Cruces para participar en la actividad. Una plantación con el fin de concienciar y promover hábitos sostenibles y de protección ambiental, además de recuperar y poner en valor los espacios verdes.
La cita dio comienzo con algunas pinceladas históricas acerca del parque para después explicar el proceso de trasplantar un árbol y sus cuidados. Se formaron equipos de entre cuatro y seis personas. Cada grupo ‘plantó’ un árbol procedente del vivero de la Casa de Campo. Aquí es preciso apostillar que no es lo mismo ‘plantar’ que ‘trasplantar’, en alusión a la labor previa de extraer el árbol de un sitio para colocarlo en el parque.
Álbum de recuerdos viajero
Antes de ponerse manos a la obra con pala y azada, se propuso un ejercicio previo a los participantes para que hicieran un intercambio de recuerdos ligados a los espacios verdes. Divididos en grupos de cuatro personas, dos mayores y dos estudiantes, y tras una primera toma de contacto e intercambio de impresiones y experiencias, rellenaron fichas identificativas en las que se les pedía relatar un recuerdo entrañable ligado a un espacio verde. ¿Recuerdas las meriendas campestres de tu infancia? Con este memorándum se confeccionó un ‘álbum de recuerdos viajero’, comenzando su periplo por el instituto para recorrer después los centros de mayores participantes.
Se aludió al rito ancestral de trabajar la tierra, con los jardineros de Zonas Verdes supervisando la operación de trasplante de los árboles, mientras jóvenes y mayores se afanaron en la tarea, clavando el tutor que mantendrá erguido su crecimiento, pintado con un color fluorescente -según el año- para evaluar con el tiempo su grado de consolidación.
El arte del alcorque
Uno de los mayores copartícipes demostró ser todo un maestro en el arte de preparar el alcorque con mucho brío. Un joven se manifestó entusiasmado con la experiencia y una mujer de edad mostró su gran satisfacción por haber asistido al encuentro con la juventud, pues siempre “hay gente muy maja que te puede enseñar cosas nuevas”. Y añadió que ficharía al joven como cocinero porque se sabía muchos trucos y recetas.
Arces blancos, catalpas y fresnos del Cáucaso
Los trabajos repoblaron este espacio verde con un total de veinte nuevos árboles: diez arces blancos, cinco catalpas y cinco fresnos del Cáucaso.
El Acer pseudoplatanus (arce blanco o falso plátano) hace referencia al parecido de sus hojas con el plátano de sombra. En verano proporcionan un excelente cobijo frente al calor y crean un microclima fresco y agradable.
La catalpa se caracteriza por sus grandes hojas acorazonadas, sus flores blancas o amarillas, y en otoño por los frutos que penden de sus ramas y alcanzan de 20 a 50 cm de longitud, asemejándose a una legumbre. Esta especie proporciona sombra densa y constituye un popular hábitat para numerosos pájaros.
El fresno es una especie de rápido crecimiento, muy ornamental al tener la copa amplia y densamente ramificada, capaz de proveer de gran sombra durante la primavera y el verano.
La importancia de los bosques para la salud y el bienestar
Los árboles son fundamentales para combatir el cambio climático, por lo que contribuyen significativamente al beneficio de las generaciones presentes y futuras. Constituyen un importante filtro para la contaminación y el ruido, generan islas de biodiversidad a su alrededor, además de aportar ese algo inmaterial que es el bienestar. ¿Recuerdas la ley 3-30-300 de la que te hemos hablado otras veces? No fue aprobada en las Cortes, pero aconseja seguir esta receta para una vida saludable en tu ciudad: tres árboles desde tu ventana, 30 % de superficie forestal en tu barrio y un parque a 300 metros de tu casa. Quizá por ello, los grupos fueron fieles a la regla: 30 mayores y 30 jóvenes plantaron salud e intercambiaron conocimiento.