Siglo IX, la península ibérica está dominada por los musulmanes. Junto al río Manzanares se inicia la construcción de una muralla. Un poblado conocido como ‘Mayrit’ comienza a crecer.  Con la Reconquista y tras pasar la villa de Madrid a la Corona de Castilla, la muralla inicial se va ampliando con el andar del siglo XII dando lugar a la muralla cristiana, también conocida como medieval, que cobijaba los nuevos barrios surgidos tras la expulsión de los musulmanes.

Sin embargo, tras varios siglos en pie protegiendo a su población, con la llegada de los Austrias, el establecimiento de la corte en Madrid en 1561 y la pretensión de Felipe II de construir una ciudad moderna, la muralla quedó en desuso y fue prácticamente demolida en su totalidad, ya que dificultaba el crecimiento de una nueva e incipiente urbe que, ubicada en el centro de la península, permitía la conexión con el resto de los territorios. Cinco siglos después, el Madrid de 2023 guarda vestigios de aquellas primeras murallas, lienzos escondidos entre los muros de los edificios del centro de la capital que con el paso de los años se fueron construyendo, y que ahora el Ayuntamiento va a recuperar en un ejercicio de justicia histórica.

Y es que muchas de las personas que viven en Madrid, sean ‘gatos’ o no, desconocen su pasado árabe, con el que se inició la historia de esta gran ciudad convertida en capital de España en el siglo XVI. De sus inicios musulmanes queda constancia en el parque del Emir Mohamed I, un espacio de recreo de estilo andalusí presidido por una fuente con forma de estrella de seis puntas que, ubicado en la cuesta de la Vega, muestra un tramo de 120 metros de la muralla inicial levantada en el Mayrit del 860.

Por ello, y al igual que se hizo con esta zona, el Consistorio, a iniciativa del Área de Desarrollo Urbano, ha aprobado un plan especial para proteger todos los restos que aún se conservan de la muralla de Madrid. A los ya conocidos, ubicados en las cavas, las calles que surgieron del antiguo foso que protegía la muralla árabe, y que actualmente se pueden ver tanto en el interior de edificios, el plan del Ayuntamiento contempla la puesta en valor de los restos de muralla existente en parcelas, calles y espacios libres. Con esta actuación se protegerá un área total de 300.873,50 m2, -que recoge aquellas zonas donde está documentado que quedan restos de la muralla como la calle de la Escalinata 13 y 21, la del Almendro, números 1 y 11, o en la Cava Baja, entre otros lugares-, frente a los más de 25.000 m2 protegidos actualmente, gracias al Plan General de Ordenación Urbana que se remonta a 1997.

En este blog ya te hemos contado la restauración llevada a cabo por el Ayuntamiento en 2020 en unos paños de la muralla medieval situados en la calle del Almendro 15 y 17.

Paños de la muralla medieval restaurados situados en la calle del Almendro 15 y 17
Paños de la muralla medieval restaurados situados en la calle del Almendro 15 y 17

Monumento histórico-artístico

Declarada monumento histórico-artístico en 1954, la muralla de Madrid volverá a adquirir protagonismo gracias a esta actuación del consistorio que permitirá, entre otros objetivos, la catalogación de los elementos protegidos, así como recuperación de zonas verdes, que serán destinadas al igual que se hizo en la plaza del Emir Mohamed I, como puntos de recreo y contemplación de la muralla. Además, el Plan Especial también recoge la construcción de un centro de Interpretación en la calle Espejo, todo ello con un fin cultural, de divulgación y difusión de la historia de la muralla de nuestra ciudad. /