Es un mal endémico, perpetuado a lo largo de los siglos, sobre el que cada vez estamos más concienciados, pero sobre el que cada vez, también, es necesario insistir más. Es una lucha diaria, en la que nunca se puede bajar la guardia, pero desde el año 2000 hay un día, el 25 de noviembre, en el que la lucha por la eliminación de la violencia contra la mujer cobra un protagonismo único.
El Ayuntamiento de Madrid, un año más, conmemora esta fecha y reitera su compromiso con un futuro, como señala Naciones Unidas, “libre de violencia de género” con un acto institucional, una campaña enfocada a las víctimas de trata, y el aval de la Red Municipal de Atención a las Víctimas de Trata y Explotación Sexual, que este año cuenta con un recurso pionero en las ciudades españolas: el Centro Mariana Pineda de atención de emergencia a las mujeres que la sufren. Te lo contamos aquí.
El silencio para recordar a las víctimas ha flotado en el aire de la mañana de hoy en los distritos y también en el acto institucional que ha tenido lugar en Cibeles y CentroCentro con presencia del alcalde, la vicealcaldesa, concejales de las distintas formaciones políticas, representantes del Consejo de Mujeres del Ayuntamiento de Madrid y de mujeres que han vivido en primera persona esta violencia.
Primera puerta a la esperanza
Madrid conmemora este año el 25 N con esperanza. La que proporcionan los datos del primer año de existencia del Centro Mariana Pineda. Esta dotación parte del Pleno municipal de noviembre de 2019, cuando se aprobaron, sin votos en contra, 21 medidas prioritarias para combatir la violencia contra las mujeres, entendiéndola en todas sus caras, en línea con el Convenio de Estambul, no sólo la de la violencia en pareja o expareja, sino también la violencia sexual o la trata de personas para la explotación sexual.
Ese paquete de medidas, fruto del diálogo político, trazó la hoja de ruta de este mandato para encarar este estigma social. Y de él nació el Centro Mariana Pineda, la “primera puerta a la esperanza”, como la definió en su día el titular del Área, Pepe Aniorte.
El nuevo centro que debe su nombre a Mariana Pineda en recuerdo de una figura histórica que representa tanto la defensa de unos valores políticos como de su libertad sexual, arrancó hace casi un año con un presupuesto de 1,7 millones de euros y 15 plazas para mujeres víctimas de trata mayores de edad y para sus hijos si los tuvieran. Desde entonces han pasado por él 68 personas (51 mujeres y 17 niños). Y el signo más esperanzador: dos de cada tres han cumplido el primer paso para salir de la violencia y rehacer su vida.
Abierto las 24 horas del día y los 365 días del año, cuenta también con la línea 900 102 640 a la que cualquier mujer, entidad, servicio o cuerpo de seguridad puede llamar en todo momento. De hecho, la experiencia de este primer año revela que cerca del 20% de las llamadas recibidas en el centro procedían de las propias mujeres, mientras que casi el 70% eran derivaciones de otras entidades y profesionales, y un 9% procedía de la ciudadanía en general. En el 22 % de los casos las víctimas han ingresado en el centro para su atención.
Allí, al llegar, son atendidas por un equipo interdisciplinar de 17 profesionales capaz de responder a todas sus necesidades. Es una primera atención muy intensiva para prepararlas y que puedan cruzar las otras puertas que llevan a su recuperación. Según las cifras de este primer año, dos de cada tres mujeres que han acudido al Mariana Pineda permanecen en la red o en recursos externos, es decir, completan el primer paso para esa recuperación y están listas para pasar a otro recurso de la red municipal o externo y proseguir con ese proceso personal.
El éxito de ese proceso es directamente proporcional al grado de vulnerabilidad y riesgo que padecen: aquellas cuya integridad física y psicológica corre mayor peligro son las que más luchan por recuperar su propia vida: tres de cada cuatro cumplen los objetivos. También la probabilidad de éxito es mayor en el caso de las mujeres más jóvenes -una de cada cuatro tiene menos de 25 años-, lo que refuerza uno de los pilares del nuevo modelo de servicios sociales: la prevención y la atención temprana, decisivas para la recuperación de las personas.
De las víctimas que han pasado por el centro solo el 22 % eran españolas y el 21 % tenía estudios secundarios o superiores.
El Mariana Pineda completa la Red Municipal de Atención a las Víctimas de Trata y Explotación Sexual, una de las mejores de Europa, que cuenta también con la unidad móvil que permite a las profesionales aproximarse y establecer contacto con las mujeres allí donde son obligadas a ejercer. Otra pieza fundamental es el Centro Concepción Arenal, donde las mujeres reciben apoyo psicológico, orientación jurídica y formación laboral para poder acceder a nuevas oportunidades.
También son fundamentales el alojamiento protegido Casa Pandora, que en 2021 realizó 5.315 atenciones, de las que un 60,3% fueron de carácter educativo; un 29 %, psicológico; un 5,4 %, jurídico, y un 2,2 %, social. Además, la red cuenta con las plazas en régimen de semiautonomía, donde las mujeres atendidas pueden prepararse para recuperar sus vidas.
No soy un objeto, no soy libre; soy una mujer, estoy esclavizada
La campaña de este año, en la calle desde el pasado día 21, pone el foco en la trata con fines de explotación sexual. De ahí el título: #ContraLaExplotaciónSexual. Impulsada por el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, quieres, además de mostrar el rechazo del Ayuntamiento ante este delito, visibilizar y concienciar a la población de una de las formas más extremas de violencia contra la mujer con la finalidad de evidenciar la deshumanización y la estigmatización que sufren las víctimas a través de las frases “No soy un objeto, soy una mujer” y “No soy libre, estoy esclavizada”.
Visible tanto en formatos físicos como digitales, todas sus piezas incluyen el número de teléfono municipal 914 680 853 al que pueden acudir las víctimas para recibir apoyo de la Red Municipal de Atención Integral a Víctimas de Trata.
Es una muestra más del deseo de aprovechar esta conmemoración para echar luz sobre los grupos más vulnerables de mujeres que la padecen: las mayores, protagonistas de la campaña de 2020 o las que tienen discapacidad, en 2021.