Además de la inmersión a fondo en el espíritu festivo, San Isidro es una de las ocasiones en las que Madrid muestra su cara más agradecida. Es el momento de reconocer a aquellos madrileños de nacimiento o adopción y a empresas y entidades sociales que, con su trayectoria, su implicación y su vinculación con la ciudad, forman parte ya de su historia. “Hoy no es un San Isidro más. Tras dos años en los que esta ciudad se ha enfrentado a retos inéditos, tras dos años de restricciones y duras pruebas para Madrid y los madrileños, nuestra fiesta mayor puede, por fin, volver a celebrarse con el esplendor, con la alegría y con la sonrisa que nos definen como pueblo y como ciudad”, ha constatado el alcalde.

Hoy José Luis Martínez Almeida y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, han entregado las medallas de Honor y de Madrid en la Galería de Cristal de Cibeles.

San Isidro. Entrega de Medallas. Imagen de la Galería de Cristal donde ha tenido lugar el acto
San Isidro. Entrega de Medallas. Imagen de la Galería de Cristal donde ha tenido lugar el acto

La fuerza de un pueblo

Madrileños algunos por nacimiento, pero muchos otros por decisión, por vocación, los nombres de los reconocidos son una prueba más de la esencia de esta ciudad. “Madrid -ha dicho Almeida- quiere ganarse el título de capital día a día, mes a mes, año a año: con nuestra fuerza como pueblo, con el talento de los madrileños, con nuestra voluntad y capacidad para acoger, para integrar a todos sin distinción, conscientes de que la esencia de esta ciudad es la convivencia dentro de la diferencia”.

Y en esta ocasión una medalla muy singular, otorgada no a un ciudadano o a una entidad, sino a todo un pueblo como ya se hizo el año pasado. Si en 2021, fue el pueblo de Madrid el reconocido por su comportamiento responsable, ejemplar y solidario durante la pandemia, este año es el de Ucrania, por su lucha por la independencia y la democracia.  “Todos somos ucranianos porque todos amamos la libertad y la democracia”, aseguró el alcalde al tiempo que manifestaba el apoyo del Ayuntamiento a la petición de Ucrania de ingresar en la Unión Europea.

Al pueblo ucraniano se han unido el patrón de la ciudad con motivo del cuarto centenario de su canonización y un madrileño de Cuenca, el periodista Raúl del Pozo.

Junto a ellos, 11 nombres han recibido la Medalla de Madrid, profesionales del deporte, el arte, la música, la gastronomía o la implicación vecinal y entidades sociales y empresas fuertemente vinculadas a la ciudad. Nombres como Andrés Calamaro, Ouka Leele, Felipe Reyes, Pepa Muñoz, Lourdes Hernández Ossorno y la selección femenina de rugby de España comparten galardón con Enrique Loewe, presidente de la Fundación Loewe; Jesús Medina, fundador del grupo Ahorra Más; CERMI, CESAL y Mahou San Miguel.

El valor de un pueblo, el santo más querido y un conquense castizo

Cuando desde hace más de siete décadas en Europa Occidental se sentía que la libertad y la democracia eran el estado natural de las sociedades, la historia vuelve a sacudirnos con las imágenes de un conflicto bélico que padecen más de 40 millones de ucranianos. Madrid quiere reconocer la actitud de esas personas ante la adversidad, su resistencia frente a la reciente agresión rusa y su voluntad de pertenecer al grupo de naciones europeas democráticas. Ese reconocimiento se lo ha hecho llegar el alcalde de la ciudad al embajador de Ucrania en nuestro país, Serhii Pohoreltsev

El santo más castizo y popular, zahorí, labrador y pocero, patrón de Madrid. Es San Isidro, nacido en el Mayrit musulmán en el siglo XI y canonizado hace justo 400 años. Por eso, Madrid ha querido distinguirle con la Medalla de Honor que han recibido el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, quien ha informado de que este reconocimiento estará expuesto en el museo de la catedral, y el presidente de la Real Congregación de San Isidro, Manuel Velasco, que ha agradecido que la ciudad salde ahora una “deuda histórica” que tenía con su patrón.

Y un conquense castizo, el periodista Raul del Pozo ha sido el tercer galardonado con esta medalla. Nació en Mariana (Cuenca) en 1936, pasó de maestro de escuela en esa provincia a empezar en Madrid a escalar desde el diario Pueblo la cima del mejor periodismo. No hay un único adjetivo para definirle porque es imposible glosar en unas líneas una trayectoria que lo sitúa en buena parte de los grandes acontecimientos del pasado siglo y de este. Quizá la mejor definición la encierre el hecho de que a sus 85 años sigue siendo una de las voces imprescindibles del periodismo en la actualidad. “Ese es el más grande honor que he recibido en mi vida”, ha dicho el periodista.

Medalla de Madrid

Once nombres se suman a la lista de personas o entidades reconocidas con la Medalla de Madrid. Son deportistas, artistas, músicos, chefs, creadores de firmas comerciales que no se entienden sin Madrid, ni Madrid se entiende sin ellos y entidades o ONG que luchan cada día porque esta sea una ciudad más accesible, justa y solidaria.

Otro castizo pero cordobés, Felipe Reyes, el jugador de baloncesto cuya vida deportiva ha estado ligada a los dos grandes equipos madrileños, el Estudiantes y el Real Madrid. Pero, además, Reyes ha sido integrante de una saga de baloncestistas como los hermanos Gasol, Juan Carlos Navarro o José Manuel Calderón que representan la edad de oro del baloncesto nacional.

Las integrantes de la selección femenina de rugby de España son las otras deportistas que ha recibido la Medalla de Madrid en reconocimiento al esfuerzo, al sacrificio y a la ambición inherentes a la vida de todo deportista y más, en este caso, en un deporte asociado tradicionalmente a los hombres. La capitana Lourdes Alameda ha recogido la medalla.

Nacido a muchos kilómetros de aquí, en Buenos Aires, desde que hace 30 años Andrés Calamaro se viniera a Madrid, en solitario o con Los Rodríguez, forma parte de la banda sonora de esta ciudad. De ahí la medalla entregada hoy.

Su nombre y su trabajo están asociados a la movida madrileña. Es Barbara Allende Gil de Biedma, pero para los madrileños y para el mundo es Ouka Leele, fotógrafa, artista y mujer solidaria especialmente con las asociaciones de mujeres maltratadas a las que ha donado la recaudación de varios proyectos de performances realizadas en su ciudad natal, Madrid. Su medalla la ha recogido el Rafel Gordon, el cineasta que dirigió ‘La mirada de Ouka Leele’, un exhaustivo documental sobre la fotógrafa.

‘Carabanchelera’ de toda la vida, luchadora incansable por fortalecer el movimiento vecinal, mejorar la vida de los vecinos de este distrito y por la igualdad entre hombres y mujeres, Lourdes Hernández Ossorno, fallecida en agosto pasado a causa de una enfermedad cardiaca, ha recibido a título póstumo, la medalla de su ciudad que han recogido su hija y su nieta, Soledad López Hernández y Julia Fernández, respectivamente. Lourdes Hernandez Ossorno ya había dado su nombre al espacio de igualdad de su distrito.

Amante de los fogones desde niña, Pepa Muñoz, de El Qüenco de Pepa, cuenta desde hoy con la Medalla de Madrid por su promoción de la cocina, su compromiso con el rescate de los sabores olvidados y la defensa de los productos de proximidad como garantía de una alimentación sostenible.

Y tres nombres ligados al comercio de nuestra ciudad: Enrique Loewe Lynch, actual presidente de la Fundación Loewe, emblema de la industria más selecta de la moda, cuyo origen fue en un modesto taller de marroquinería en la calle del Lobo de Madrid. Jesús Medina, fundador del Grupo Ahorra Más, jubilado recientemente tras cuatro décadas al frente del grupo de alimentación que abrió su primera tienda en Vallecas hace 42 años y hoy es una de las primeras cadenas madrileñas.

Otra firma madrileña entre los reconocidos hoy: Mahou-San Miguel, compañía española líder del sector cervecero a nivel nacional e internacional, cuyo origen madrileño se remonta a 1891, cuando se realizó la primera cocción de cerveza en la fábrica de la calle de Amaniel, que se acabaría conociendo como ‘El Barril’. Hoy su presencia llega a más de 70 países. Ha recogido el reconocimiento Eduardo Petrossi, consejero delegado de la firma.

Y dos entidades directamente implicadas en conseguir una sociedad mejor. Son CESAL, ONG española dedicada a la ayuda humanitaria internacional y CERMI Comunidad de Madrid, Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid, cuyo proyecto a nivel nacional para una sociedad más accesible e inclusiva celebra este año el 25º aniversario. Ha sido precisamente el presidente de CERMI, Óscar Moral, el que, tras recoger la medalla, ha agradecido en nombre de todos los galardonados su concesión, reiterando la voluntad de todos ellos en conseguir “un elevado objetivo, que ninguna persona quede orillada en nuestra ciudad”.

Si hace un año el alcalde se despedía de esta ceremonia asegurando que “el año que viene, seguro, les espero en la pradera”, hoy ya es un hecho: “este año nos vemos en la pradera”.