La exposición ‘Alimentación y Cambio Climático’, enmarcada en el proyecto europeo Food Wave, nos muestra que existe un claro vínculo entre nuestro modelo de producción de alimentos, la destrucción de los ecosistemas y el cambio climático. Las causas de este enorme impacto hemos de buscarlas en las formas de producción y distribución de estos alimentos, así como en los hábitos de consumo y la conclusión es que nuestras decisiones sobre lo que compramos para comer influyen de manera directa en nuestra salud y la del planeta.

La muestra invita a reflexionar sobre la relación entre la alimentación y la crisis ambiental, centrando la atención en los procesos de producción, transporte y consumo de la comida y sus implicaciones en el medioambiente y la salud.

Además, aborda las alternativas al sistema de producción alimenticia actual que agota los recursos y que en ciertas ocasiones se sirve de mano de obra en condiciones de precariedad. Finalmente, plantea un debate sobre el modelo de producción de alimentos del futuro.

La muestra: fotografías que mueven a la reflexión y concienciación

La artista Lola García Garrido, sensibilizada con el medioambiente y creadora de las series ‘Madrid me Mueve’ y ‘Hábitat’, muestra en esta serie de estampas su mirada más crítica sobre el modelo actual de alimentación y las formas de consumo.

La exposición se compone de 19 paneles con fotografías que llevan asociadas diferentes preguntas que se pueden consultar tanto en un folleto como en la versión virtual. Estos interrogantes plantean determinados aspectos relacionados con la problemática de la producción alimentaria tales como: deforestación, monopolio, fertilizantes y pesticidas, derechos laborales de quienes trabajan en la cosecha, bienestar animal, biodiversidad, alimentos kilométricos, producción ecológica, envases y plásticos, desperdicio de alimentos, contaminación del mar, etiquetado alimentario, publicidad… y otros muchos temas a debatir.

Poderosas imágenes como un donut que ocupa el abdomen de un niño, animales hacinados o un plátano cuya piel es de plástico ilustran todos estos argumentos que incitan a la reflexión de los más jóvenes.

Si quieres ver la exposición completa, entra en: Alimentación y Cambio Climático

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Un menú con muchas calorías ¿Es acaso más nutritivo?

La respuesta es NO. Una dieta calórica puede ser nutrición cero y conducir al sobrepeso con los consiguientes problemas de salud. Con este y otros interrogantes sobre cómo pueden afectar los pesticidas y fertilizantes a la biodiversidad del planeta, qué son los productos de temporada y los de proximidad o ‘kilómetro 0’, se trata de concienciar con el fin de evitar esa bebida carbonatada que contiene tanto azúcar o consumir mejor un plátano de Canarias que una banana que se ha cruzado el charco.

La actividad: vamos a debatir

Se trata de un ejercicio que persigue estimular, sensibilizar y promover la comprensión e implicación por parte del alumnado del problema del cambio climático y del papel que juega la alimentación en todo ello. En el recorrido por la exposición, apoyado por el manual y posteriormente en el aula por grupos o de manera individual, se responde a las preguntas de ese manual.

Las imágenes hacen referencia a diversos aspectos asociados a la producción de alimentos. Además de identificar esas problemáticas, los jóvenes asistentes, distribuidos en grupos de trabajo, deben formular soluciones a las cuestiones tanto en el plano personal desde el punto de vista de un consumidor y ofrecer soluciones colectivas. A partir de cada una de ellas, se plantean preguntas para que el participante de la actividad busque información, reflexione, saque sus conclusiones y trate de adecuar su conducta a ellas, profundizando en el debate y en la propuesta de soluciones.