Con más de 20.000 hectáreas de zonas verdes, el equivalente a 20.000 campos de fútbol, Madrid es una ciudad con patrimonio medioambiental privilegiado, que alberga una rica variedad de aves. El 3 y 4 de octubre celebramos su día, un buen momento para contarte algunas curiosidades de estos vecinos que debemos cuidar.

¿Sabías que las aves son indicadores de la calidad de vida? Todos los seres vivos están estrechamente relacionados entre sí y con el entorno que les rodea formando ecosistemas, que son más valiosos desde el punto de vista natural cuanto mayor es su diversidad.

En Madrid hay pájaros residentes, de paso migratorio y, según la estación del año en la que nos visitan, estivales o invernantes. Más de 70 especies que puedes encontrar en distintos espacios, desde las típicas palomas y gorriones en calles y parques urbanos hasta el águila imperial ibérica, que se refugia en el monte de El Pardo, espacio frecuentado también por cormoranes y gaviotas reidoras.

También puedes escuchar el canto de mirlos, petirrojos, currucas, reyezuelos o verdecillos en El Retiro o parque del Oeste, y el de las garzas reales y gallinetas en la ribera del Manzanares.

¿Te has fijado que hay especies que anidan en grietas o cavidades en edificios, tejados, puentes, torres y azoteas? Suelen ser golondrinas, cernícalos y milanos negros.

Como ves, en la ciudad contamos con una gran diversidad de especies que debemos cuidar. Precisamente para favorecer la nidificación, el Ayuntamiento ha instalado más de mil cajas nido en los parques de la ciudad. Se trata de espacios seguros para la cría de aves insectívoras como los herrerillos, gorriones molineros, garrapinos y carboneros comunes. Estos últimos actúan contra las larvas de los insectos a modo de insecticida natural.

Seguramente has escuchado en alguna ocasión la expresión “comer como un pajarito” haciendo referencia a una persona que come poco pero, ¿sabías que  vencejos o aviones son capaces de comer al día hasta un tercio de su peso?

Decálogo para observar aves

Observar aves es, además de un entretenimiento, una manera estupenda de aprender más sobre ellas, respetarlas y conservar el entorno en el que viven. En su compromiso por la divulgación de la flora y fauna madrileña, el Ayuntamiento pone en marcha programas de educación ambiental para aprender a observarlas. Además, en esta guía encontrarás muchas pistas para catalogarlas.

Ya te hemos contado que puedes ver distintas especies en cualquier espacio verde, y concretamente en la Dehesa de la Villa, Casa de Campo, Parque del Oeste y Valdemingómez hay instalados observatorios especiales.

Te damos algunas recomendaciones si te animas a contemplar a estos animales vertebrados, ovíparos, de respiración pulmonar y sangre de temperatura constante, pico córneo, cuerpo cubierto de plumas, con dos patas y dos alas aptas por lo común para el vuelo, como define la Real Academia de la Lengua.

  1. Antes de la visita, infórmate de qué especies podrás encontrar con más facilidad.
  2. El silencio es necesario para no espantar a las aves.
  3. Es recomendable llevar prismáticos. Los más utilizados son de 8×30 o 10×40.
  4. Evita vestir colores llamativos.
  5. Camina lentamente y avanza con el sol en la espalda.
  6. Los cantos te ayudarán a identificarlas.
  7. Si ves un pollo fuera de su nido, evita tocarlo, sus padres están cerca vigilando aunque no los veas.
  8. Si encuentras un ave herida, envuélvela con cuidado y llévala o ponte en contacto con un centro de recuperación.
  9. No les des de comer.
  10. Lleva un cuaderno de campo para recordar todo lo que has observado, te ayudará en futuras observaciones.

Recuerda que, como dice el refrán, “a cada pájaro le gusta su nido” y que tus pasos por la naturaleza no deben dejar huella.