El Ayuntamiento de Madrid está obteniendo los primeros resultados de las 360 cajas nido para aves insectívoras y murciélagos que instaló el pasado mes de febrero en varios parques de la ciudad. Esta mañana, el delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha comprobado en el Pinar de San José la buena acogida de esta iniciativa. Ya se han comenzado a cuantificar los resultados y, hasta la fecha, más de 300 pollos han alzado el vuelo.

Estos datos se incrementarán cuando finalicen las actuales segundas puestas de los gorriones molineros y las posibles terceras que, probablemente, se produzcan a mediados de julio. En cuanto a los carboneros garrapinos, dado que solo realizan una puesta, se comprobará si sus nidos han sido reutilizados y modificados por otras especies.

Con esta esta medida, se incrementan las posibilidades de nidificación en las ciudades, cada vez más escasas por la falta de oquedades en árboles o edificios. Las aves insectívoras y los murciélagos se alimentan de numerosos insectos y forman parte del control biológico de plagas como la de la oruga de la procesionaria del pino. Aves como los carboneros actúan contra las larvas, mientras que los murciélagos se alimentan de la procesionaria en su fase adulta de polilla.

Labores de seguimiento

Debido a las circunstancias extraordinarias de la COVID-19, el seguimiento exhaustivo comenzó en abril con revisiones semanales a cada una de las cajas nido. Se comprobó que las aves insectívoras habían iniciado la construcción de sus nidos en 290 cajas, el 80 % del total, una cifra elevada que probablemente se haya visto favorecida por el cierre de los parques. Aunque muchos no se completaron, sí se produjeron las primeras puestas de huevos en 63 cajas, un dato excepcional al tratarse del primer año. Hasta esta semana se han anillado más de 300 pollos de gorrión molinero y carboneros garrapinos.

El anillamiento científico de los pollos, el estudio de la repercusión del clima sobre su reproducción, del número de puestas o de la ocupación son algunos de los trabajos que se realizan para conocer las distintas facetas de su biología, sus procesos ecológicos y reportar datos para el conocimiento y gestión de la biodiversidad: efectos fitosanitarios, incremento de la población, mejora de especies, etc.

Salamanquesas y murciélagos

Junto a las cajas para aves insectívoras también se instalaron en febrero 75 refugios específicos para murciélagos. Para favorecer el número de especies que pudieran utilizarlos, se colocaron diferentes modelos de madera y cemento para que sirvieran de refugios temporales para las colonias de cría y de hibernación.

En las cajas de Arroyo Rejas se ha detectado la presencia de salamanquesas, pequeños reptiles que también se alimentan de polillas, moscas, mosquitos y otros invertebrados y pueden convivir sin problemas con los murciélagos.

Más de 1.000 cajas nido

Desde esta primavera, las zonas verdes de la capital han incrementado considerablemente el número de cajas nido para aves insectívoras y murciélagos. Más de 600 cajas nuevas en varios parques como Arroyo de Rejas, Fluvial de Sanchinarro, Arriaga, la zona del aparcamiento del Capricho, parque de Las Cruces, parque Aluche o Pinar de San José se han sumado a las ya instaladas en otras zonas de Madrid, con lo que la capital cuenta ya con más de un millar. Doctores y licenciados en biología, en la especialidad de Zoología, de la Universidad Complutense de Madrid y anilladores expertos de aves han sido los encargados de la instalación de las cajas y del seguimiento exhaustivo de esta fauna silvestre.

La instalación y seguimiento de la población de las cajas nido es una iniciativa presente en las líneas de acción de la gestión activa de la biodiversidad contempladas en el Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad aprobado por el Ayuntamiento para gestionar y reequilibrar las zonas verdes y el ecosistema urbano de Madrid. /

 

Borja Carabante explica cómo han funcionado las cajas nido colocadas en febrero y las diferentes especies de aves que ya han anidado en ellas: