Se cumple el objetivo de menos tráfico y más uso del transporte público. Madrid Central ha supuesto un trasvase del vehículo privado al transporte público tanto en el periodo navideño como en este inicio de 2019. En concreto, los autobuses de la EMT –analizando el periodo entre el 8 de enero y el 27 de febrero, y descontando factores externos que se han producido como la huelga de taxi o el cierre de la línea 2 de Metro– han registrado un aumento de usuarios del 4,4 %, lo que ha supuesto 2.796.900 viajes más en autobús en los 53 días analizados. También ha habido mejoras en la regularidad de los autobuses, reduciendo los tiempos de espera en parada.

El aumento del transporte público está relacionado con un menor uso del vehículo privado, con la consiguiente reducción del tráfico y las emisiones contaminantes que produce. La zona en la que más se nota este descenso es Gran Vía, con una disminución del 25,88 % en los días laborales entre el 8 de enero y el 25 de febrero, descontando los días de huelga de taxi y los del escenario 2 del protocolo anticontaminación.

Imágenes de archivo de Madrid Central

En este periodo también se ha reducido el tráfico en las calles interiores, como la calle San Bernardo (-3,88 %) y Toledo (-10,39 %). El efecto positivo de Madrid Central se ha notado también fuera de su ámbito, así en las calles que conforman el perímetro de la zona de bajas emisiones se ha registrado un descenso del 3,79 % y en la M-30 del 0,55 %.

Respecto a los fines de semana, la reducción en Gran Vía es del 32,1 %, en la calle San Bernardo, del 6,84 %; y en la calle Toledo del 17,17 %. Por su parte, en el perímetro la reducción se sitúa en el 2,63 % y M-30 en el 1,28 %.