Hoy, 17 de octubre, es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una conmemoración que se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día, más de cien mil personas se congregaron en la plaza del Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. En la actualidad, la ONU calcula que más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día y muchas carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados.
Pero no nos vayamos fuera de nuestro país, puesto que aunque la Comunidad de Madrid tiene bajas tasas de pobreza moderada en comparación con otras comunidades autónomas del Estado, presenta una alta tasa de pobreza severa. Dos de los grupos más afectados son el de personas jóvenes, (un 29 % está en riesgo de pobreza), y el de los hogares monoparentales. Además, pertenecer al grupo de población extranjera extracomunitaria supone pertenecer al grupo con mayores tasas de pobreza y pobreza extrema, que afecta al 52 % y al 20 % respectivamente. Entre las personas jubiladas, la mitad del total, están bajo el umbral de la pobreza. El estudio puso de relieve que tener trabajo tampoco excluye de la pobreza, pues solo el 31 % de la muestra está en paro. Y estos son solo algunos datos.
A lo largo de los dos años de recorrido de ‘Comunidades Activas en Salud’, más de 250 personas han participado en este proceso mediante el cual se ha creado una red de diálogo y reflexión conjunta entre profesionales de diferentes ámbitos (sanitario, social, educativo) y vecinos y vecinas de los distritos, muchas de ellas con experiencia de pobreza y exclusión.
Algunas de estas personas han señalado la necesidad de que haya más recursos “porque queremos tener estabilidad, vivir sin el estrés de no tener para comer o de que te echen de la vivienda. Pero también que otras personas se pongan más en nuestra situación, que nos den un trato mejor, que nos abran las puertas. Por encima de todo, la dignidad».
El papel clave de los CMSc
El proyecto, sostenido a lo largo de este tiempo por los Centros Municipales de Salud Comunitaria (CMSc) de los tres distritos, ha contado también con una importante participación de profesionales de otros recursos e instituciones, así como con la de activistas de diferentes colectivos vecinales y de personas en situación de gran precariedad.
El objetivo del proyecto ha sido promover la comunicación y el desarrollo de capacidades para la acción conjunta entre los diferentes perfiles de participantes de cara a revertir las desigualdades sociales en salud, a través de un proceso de coinvestigación y coaprendizaje que partía del análisis de las manifestaciones de estas desigualdades en realidades concretas de los distritos. De esta manera se han identificado muchas claves que pueden ayudar a avanzar hacia una mayor equidad en salud sin exclusiones:
- Es fundamental identificar y diagnosticar las barreras para el cuidado de la salud que encuentran quienes viven en situación de pobreza desde una perspectiva de derechos vulnerados, así como reparar las fallas del sistema que las generan.
- Hay también barreras que surgen en la interacción, en los encuentros (o desencuentros) que se dan entre profesionales y quienes acuden a los diferentes recursos. Por ello es fundamental generar y promover dinámicas de encuentro, conocimiento y reconocimiento mutuo entre ambos lados, de manera que se puedan desmontar prejuicios y favorecer un aprendizaje mutuo enriquecedor para todos y todas.
- Los beneficios de poner en marcha acciones colectivas de promoción de la salud que cuenten con la aportación de personas habitualmente excluidas de los procesos comunitarios no revierten solo en estas, sino en toda la comunidad en su conjunto.
En el proceso de elaboración de esta Guía para la Acción Colectiva desde Realidades de Pobreza han participado 18 profesionales de diversos ámbitos, 10 vecinas y vecinos de los tres distritos que serían los coautores/as, y otras 50 personas que han realizado aportaciones significativas a la misma.
En ella se recopilan y comparten los aprendizajes generados a lo largo de este proceso de trabajo así como propuestas y herramientas que tienen como finalidad ayudar a desarrollar intervenciones más eficaces y adaptadas a las diferentes realidades. Porque tanto las instituciones, como diversos colectivos –desde el ámbito social, educativo o sanitario, entre otros- juegan un papel determinante en relación a la salud.
La guía puede descargarse aquí.
La iniciativa incluye ‘El Juego de la Oca de las Realidades Invisibilizadas’, una forma didáctica de conocer este problema, que es poco y mal conocido.