Los especialistas en salud mental hablan de patología dual para referirse a la coexistencia en una persona de dos psicopatologías: por un lado, una drogodependencia o adicción y por otro, una psicopatología psiquiátrica o, en otros términos, un trastorno mental.

La adicción es la dependencia del organismo humano de alguna sustancia o droga a la que se ha habituado, según definición de la Real Academia Española. Las sustancias que generan adicción pueden ser consentidas socialmente, admitidas culturalmente e incluso publicitadas, como es el caso del tabaco, el café o los analgésicos, o pueden ser menos toleradas, no integradas en nuestra cultura, como son el cannabis, los estimulantes, (cocaína o anfetaminas) y los opioides. Actualmente, también se califican como adicciones ciertos comportamientos que crean dependencia, como es, por ejemplo, la ludopatía.

 En cuanto al trastorno mental, con estas dos palabras se hace referencia a la ansiedad, los trastornos del estado de ánimo, los trastornos del espectro de la esquizofrenia y la psicosis, el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), así como diferentes rasgos y trastornos de personalidad.

No se ha podido aclarar completamente hasta esta fecha la relación etiológica o causalidad de la patología dual, pero se conoce la intervención de factores genéticos, neurobiológicos y medioambientales en la aparición de estos trastornos, una vez que la persona se ha expuesto a ellos.

La investigación en neurociencias, y así lo reconoce el Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU (NIMH), establece que toda enfermedad mental es una enfermedad cerebral. Otra gran entidad pública de los EEUU, el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA) afirma que toda adicción es, sin lugar a dudas, una enfermedad cerebral y desecha para siempre que se trate de un fallo voluntario del carácter.

Las personas que consumen drogas no se hacen adictas por decisión propia, sino porque tienen una mayor vulnerabilidad/propensión genética a serlo. Esto lo confirman los datos: sólo una de cada diez personas expuestas a sustancias con capacidad adictiva desarrollan una adicción.

Aun así, la prevalencia de la patología dual en España es superior al 50% entre los pacientes que acuden a centros de salud mental y/o adicciones.

Hay una gran confusión a nivel de opinión pública, y también en el ámbito de la medicina, sobre la percepción de los trastornos conductuales relacionados con las adicciones,  al no distinguir conceptos como “uso de sustancias”, “uso problemático”, “uso compulsivo”, “dependencia fisiológica” y “adicción”  al alcohol y otras drogas. En nuestro entorno social, por ejemplo, una gran parte de la población usa drogas integradas en nuestra cultura, sobre todo el alcohol y, en menor medida, el tabaco, o consume drogas ilegales, como el cannabis y la cocaína. En algunos casos este uso se transforma en problemático y con dificultades de control.

El uso problemático de sustancias acompaña en muchas ocasiones a otros trastornos mentales,  pero el  diagnóstico  de  un “Trastorno por Uso de Sustancias” se presenta casi siempre acompañado con otras manifestaciones psicopatológicas, la patología dual, que hay que conocer para buscar soluciones terapéuticas.

Instituto de Adicciones

El Instituto de Adicciones de Madrid Salud, un organismo del Ayuntamiento de Madrid que tiene las competencias y la gestión de los recursos destinados a la prevención, tratamiento y reinserción de las adicciones, atiende a los pacientes de patología dual en los Centros de Atención a las Drogodependencias (CAD). El tratamiento de estos pacientes se hace de forma integral y a través de diferentes disciplinas profesionales, contemplando aspectos biológicos, psicológicos, sociales y ocupacionales de cada paciente.

A la red asistencial se han incorporado recursos especializados de modo que en la actualidad cuenta con un centro hospitalario, pionero en el momento de la inauguración, para asistir a pacientes de las redes de atención a las drogodependencias de toda la Comunidad de Madrid y dispositivos residenciales de apoyo al tratamiento y a la reinserción, con el objetivo de facilitar la prevención de recaídas.

La patología dual suele empeorar la integración social de las personas afectadas, agrava sus comportamientos desadaptados y, con relativa frecuencia, puede concluir en situaciones problemáticas, como ingresos en prisión, hospitalización psiquiátrica y exclusión social, con un elevado riesgo de quedarse en situación de calle (sin hogar). Los pacientes carecen a menudo de redes de apoyo social, viven en circunstancias estresantes y presentan un patrón de policonsumo. Por estas razones, Madrid Salud dispone también de un programa  de atención a la patología dual en la unidad móvil de reducción del daño, que trabaja en coordinación con los centros de la red de atención a las personas sin hogar y que  atiende a las personas que no pueden o no quieren dejar de consumir.

Madrid Salud ha ido adaptando sus recursos y seguirá adaptándolos en el futuro para cubrir las necesidades de los pacientes de patología dual, dándoles oportunidades para realizar su tratamiento y procurando su integración sociolaboral. El fin último del proceso de tratamiento es conseguir los mejores resultados posibles en relación a la integración y reinserción.

Los logros obtenidos en cuanto a empleo y formación laboral en el último año han sido  muy positivos, pero Madrid Salud seguirá trabajando en  continuo proceso de especialización debido a la presentación de poblaciones cada vez más diversificadas que requieren un abordaje diferenciado y presentan una mayor gravedad. Madrid Salud se ha sumado a las III Jornadas de puertas abiertas para familiares y pacientes con Patología Dual, que se han celebrado en Madrid el pasado día 24.