Imaginemos que cultivamos productos ecológicos de la huerta aprovechando el abono natural, el compost, que puede obtenerse reciclando los restos procedentes de la basura orgánica de nuestro domicilio. Pues este proceso natural de transformación de residuos en abono es ya una realidad en nuestra ciudad y podemos comprobarlo visitando huertos como el Huerto Escolar del colegio Luis Cernuda de Hortaleza, donde los niños cultivan, con el compost que obtienen en su compostadora, las lechugas, las acelgas, los pimientos o las espinacas y además – ¡y esto sí que es un misterio!- estos jóvenes hortelanos se las comen mejor que en casa. Estos proyectos medioambientales, en los que participa en este caso la Junta Municipal del Distrito de Hortaleza, van generando una mayor conciencia ciudadana acerca de la utilidad de la recuperación de los residuos, en lugar de su incineración, al poder comprobar in situ el resultado del proceso.
La planta compostadora
Una de las últimas actuaciones medioambientales en este distrito, en la que participa la Junta Municipal, consiste en la instalación de la que será la primera Planta Compostadora de Madrid, en la calle Arequipa. Este proyecto contará con la colaboración activa de los vecinos, a título individual y de forma colectiva, con el Grupo de Compostaje Comunitario de Hortaleza y el AMPA Luis Cernuda.
Este mes de octubre comenzarán las obras de construcción de la planta compostadora, separada de la calle por una valla. La instalación contará con tres composteras, consistentes en tres cubos de 600 litros, donde las bacterias convertirán la basura en nutrientes, esa arenilla marrón o compost, necesario para abonar la tierra de cultivo.
Su puesta en funcionamiento conllevará la formación de los vecinos, cuya primera tarea será la separación de los restos orgánicos, como las peladuras de frutas y verduras crudas, las cáscaras de huevos, las cáscaras de frutos secos, los posos de café y los restos de infusiones y de jardinería, depositándolos en un pequeño cubo que se les proporcionará. Después, estos restos se llevarán a la planta compostadora, donde habrá un coordinador encargado de medir la temperatura y el PH, echando agua y restos de hojas y ramas que se mezclarán con la materia orgánica, sin que se produzca ningún tipo de olor. Al cabo de unos meses se obtendrá el abono natural o compost que se distribuirá entre los jardines, las macetas y los huertos comunitarios del distrito.
La vida no tira nada
La primera jornada organizada por el Grupo de Compostaje Comunitario de Hortaleza, en el mes de septiembre, con motivo de la próxima inauguración de la planta de compostaje, llevaba el ilustrativo título de “La vida no tira nada” y es que con estos procesos de recuperación de los residuos orgánicos se completa el ciclo de la vida, logrando entre otros objetivos la reducción de residuos que de no reciclarse se trasladarían a las incineradoras o los vertederos; la disminución de la contaminación y del consumo de materias primas, así como la creación de puestos de trabajo, y por último se conseguirá un fin social consistente en lograr la participación vecinal en proyectos comunitarios, favoreciendo la creación de lazos de amistad y solidaridad entre los vecinos.
Esta primera planta compostadora es un primer paso, dado por la Junta Municipal del Distrito de Hortaleza, de cara a la instalación el año 2017, por parte del Área de Medio Ambiente, de los contenedores marrones destinados a la basura orgánica.