Debido a la amplitud del distrito, se ha hablado muchas veces de que el transporte, la comunicación entre los barrios, es un tema complicado, ¿cómo aborda esta situación?
En este distrito se da un hecho que afecta a muchos temas, no sólo de transporte, también de limpieza, de recursos municipales. La anterior corporación estaba muy centrada en Argüelles, y está claro que es el barrio más céntrico, pero no podemos descuidar las actuaciones en los otros.
Tenemos que sentarnos las diferentes partes afectadas y ver cómo está el tema del transporte en Aravaca, El Plantío, Villamarín. Sabemos que hay problemas entre Aravaca y el centro de Madrid por ejemplo; con los horarios -porque de noche no hay buen servicio-, con el precio del billete, -ya que hay algún trayecto que el billete es más caro que el normal-. Es un tema importante que tenemos pendiente de solucionar pero es que llegan las quejas o las peticiones sueltas desde diferentes puntos. Creo que hay que aunar las peticiones y ver si se puede alargar el recorrido de alguna línea, o modificar algún recorrido, en definitiva ver cómo solucionar el tema de una manera integral. Además, hay muchas personas que cogen el transporte público para llegar a Villamarín, personal del servicio doméstico, de jardinería, obreros, que van a trabajar a esta zona y sí necesitan el transporte público a diario, igual que personas mayores o adolescentes de Aravaca que van a Pozuelo al instituto. Es decir, hay que hacer un plan global que permita solucionar todos estos problemas de forma conjunta y en ello estamos trabajando.
Se ha puesto en marcha un ambicioso plan municipal de limpieza para toda la ciudad de Madrid y parece que ya empieza a dar sus frutos en el distrito.
Yo creo que sí, que se empieza a notar que las calles están algo más limpias, sobre todo en Valdezarza, que era un tema preocupante. El problema que tenemos es que muchas veces la suciedad –y los problemas de salubridad- se encuentran en parques y patios que son de propiedad privada aunque sean de uso público, y esa limpieza debería correr a cargo de las comunidades de esos vecinos y esas vecinas. Lo que ocurre es que no siempre estas urbanizaciones son conscientes de estos temas y a veces hay litigio. De hecho hay algún solar que hay bastante basura y desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad nos dicen que eso es privado y deberían ser los vecinos y vecinas, que son los que echan las bolsas ahí, los que no deberían hacerlo y no es competencia nuestra quitarlo. Tenemos que hablarlo y ver cómo lo solucionamos.
Otro tema también de movilidad es el carril bici en la Dehesa de la Villa, ¿lo veremos en esta legislatura?
Yo espero que sí, porque eso está presupuestado dentro de las inversiones financieras sostenibles así que creo que sí va a ser una realidad. Además, esto no era muy complicado y permitiría tener un carril bici que afectara también al distrito Centro por ejemplo y conseguir una vía muy bonita.
El distrito ha sido punto de mira de los medios de comunicación por algunos temas en concreto ¿Cuáles han sido los momentos más duros en este primer año de legislatura?
Pues creo que diría dos: el desalojo de los vecinos de Ofelia Nieto y el incidente que viví en las fiestas del distrito en 2015. En el primer caso, la familia afectada por el derribo de su vivienda en la calle Ofelia Nieto, un poco al límite ya con el distrito de Tetuán, no les dimos la solución que a mí me hubiera gustado y que desde mi punto de vista creo que hubiera sido la justa. Pero es que fue en febrero de 2015 cuando se produjo esta situación y nosotros llegamos en junio, apenas tres meses después, y con el proceso muy avanzado. Desde luego lo que sí puedo asegurar es que si hubiera estado esta corporación no se hubiera actuado así de ninguna manera.
Por otra parte, la experiencia de Aravaca fue casi como un bautismo de fuego. Estaba recién aterrizada en el distrito. Fui a las fiestas y me encontré a unos chavales, que estaban en una jaima, y que tenían muestras de unos golpes. Mi primera reacción fue preguntar a la policía qué había ocurrido y decirles que esto no se volviera a repetir. Eso se transformó en que yo había agredido a la polícía, que no sabía ni las normas que se habían dado, no sé… fue una cosa muy desmedida. Ahí me di cuenta que hay que actuar con mucha prudencia ante cualquier incidente mínimo. Además, también me hizo reflexionar porque somos autoridades elegidas democráticamente por la ciudadanía. La población nos ha elegido, y entiendo que se nos debe una cierta lealtad institucional.
¿Y de qué se siente más satisfecha en estos 13 meses?
Creo que la Junta funciona mejor ahora. Cuando llegamos, vimos que muchas cosas no funcionaban bien: los plazos, la atención a la ciudadanía, trámites que se eternizaban. Nosotros tenemos una nueva manera de trabajar que es escuchar y atender a las personas, y yo creo que se nota. Atendemos las sugerencias que nos llegan, creo que hemos conseguido que los plenos funcionen relativamente bien, que las peticiones no estén retenidas en los despachos (ahora vamos bastante al día), que el trámite de las licencias sea más ágil, que antes algunas tardaban hasta dos años… No digo que no se pueda mejorar, pero creo que la Junta de Moncloa-Aravaca está funcionando bastante bien. Esto, que puede parecer una cosa pequeña porque no cambia la vida de la gente de Moncloa, creo que se empieza a notar y es algo que los vecinos y las vecinas del distrito valoran.
Y también me siento orgullosa de que estemos trabajando para ayudar a las personas más desprotegidas, personas sin hogar, que viven de la mendicidad, o personas que aunque tengan hogar necesitan ayuda socioeconómica y la ayuda la estamos abordando desde una perspectiva de apoyo, no tanto de seguridad y represión sino de apoyarlas. Esto ya se estaba haciendo desde Servicios Sociales, y además muy bien, y estamos siguiendo en esta línea.
¿Hay alguna cosa especialmente que te gustaría conseguir antes de acabar la legislatura?
Pues tengo una espinita, y es que no tenemos Espacio de Igualdad en este distrito y estamos buscando construir un espacio que reúna los requisitos necesarios para instalarlo. Tenemos que localizar un local que reúna los requisitos adecuados. Me gustaría hacer un centro piloto que fuera espacio de igualdad como centro del Madrid de los Cuidados con el que soñamos, juntar esas dos perspectivas. A ver si lo consigo .
Otra de las espinas es el tema de la conciliación familiar. El Ayuntamiento de Madrid adolece de un plan de conciliación adecuado, y siendo una administración con un porcentaje de mujeres tan alto, el nivel de ausencia al puesto de trabajo que tenemos por razones de cuidado es altísimo. Uno de nuestros objetivos en la legislatura es tener un plan de conciliación adecuado. Aquí en la Junta te podría decir que aproximadamente un 65% de las mujeres, frente a los varones, se dedican al cuidado de personas a su cargo, sean menores o personas mayores dependientes. En cambio hay muchos más puestos directivos ocupados por varones. Hay que acabar con este esquema porque el nivel de ausencia de las funcionarias públicas es muy alto, pero porque no tienen otro remedio.
Creo que una administración como el Ayuntamiento de Madrid tiene que tener un buen plan de conciliación. Me gustaría dejar esa impronta, desde luego.