Estas certificaciones, obtenidas tras una rigurosa auditoría para verificar tanto el contenido como el proceso de elaboración, seguimiento y evaluación, son una garantía del nivel de calidad de los servicios municipales prestados. SAMUR Social ha recibido uno de estos certificados mientras que el área de Equidad, en la que se enmarca este servicio, también ha sido reconocida por ser el área de Gobierno que más Cartas tiene aprobadas, 10 en total, de las que 4 corresponden a la Dirección General de Infancia, Familia, Educación y Juventud y 6, a la de Mayores, Atención Social, Inclusión Social y Atención a la Emergencia.
Pero ¿qué es una Carta de Servicios? La materialización de un compromiso con la ciudadanía. La plasmación de una voluntad para garantizarles la calidad de los servicios que se prestan desde la institución. De ahí su importancia. “Este reconocimiento es una alegría y también un reto para seguir avanzando en esa línea de compromiso con la sociedad”, afirma Marisol Frías, directora general de Mayores, Atención Social, Inclusión Social y Atención a la Emergencia al tiempo que subraya la importancia del Sistema de Cartas de Servicios como “verdadera herramienta de la política municipal en materia de calidad de los servicios que se ofrecen a la ciudadanía”. La primera carta elaborada por esta Área fue la de la Teleasistencia Domiciliaria en 2008. Y en los siete años siguientes se han aprobado nueve más. “Somos muy conscientes de la importancia que tienen para los ciudadanos ya que el Ayuntamiento está asumiendo unos compromisos concretos y se fija a sí mismos estándares de la calidad con la que debe prestar los servicios” añade Mercedes Portero, coordinadora general del Área.
Siguiendo el ejemplo de la Teleasistencia, dos años después, en 2010 se suscribieron las de los centros de día y unos meses más tarde, la de los centros de servicios sociales y atención social primaria. En 2011 se aprobó la del Servicio de Ayuda a Domicilio. La del SAMUR Social, reconocida ahora con el certificado de AENOR, llegó en marzo de 2012. Los centros de mayores y los de atención a la infancia la tuvieron un año después, en 2013, y en 2014 se elaboraron las de los CAF (Centros de Apoyo a la Familia) y la de los Servicios de Educación Social. El año pasado se aprobó la última, la de los Servicios de Juventud. Es una línea en la que el área quiere seguir transitando pues como, señala Portero, permite además conocer la valoración que los ciudadanos hacen de los servicios recibidos y subsanar cualquier deficiencia para mantener una línea de mejora continua.