El derecho a la vivienda comprende también el acceso a los suministros básicos para su mantenimiento, entre los que se encuentra disponer de la energía necesaria para la cocina, la calefacción y la iluminación de nuestro hogar. Precisamente, uno de los efectos de la crisis económica ha sido el crecimiento de la pobreza energética, entendida ésta como la dificultad que tienen muchas familias para afrontar el pago de los suministros básicos, como la electricidad.

Tras la liberación del mercado energético, la esperada competencia entre las distintas compañías comercializadoras de electricidad no ha producido el efecto esperado de abaratamiento de los precios y el consiguiente ahorro para los consumidores que, por el contrario, han visto como cada vez pagaban más en su factura de la luz.

El incremento del coste se ha notado especialmente en el término de potencia, que es el precio fijo que pagamos en cada factura eléctrica por cada kilovatio de potencia contratada. De hecho actualmente el precio unitario por kW es aproximadamente el doble de lo que era en los inicios de la crisis económica.

Además, los numerosos cambios normativos acaecidos en el sector eléctrico y, en particular, el nuevo sistema de precios horarios que se aplica a partir del 1 de octubre a todos los usuarios acogidos a la tarifa regulada, el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), que tengan instalados los nuevos contadores con telegestión, hace más difícil al consumidor medio la propia comprensión de su factura de la electricidad.

Desde los servicios de Consumo del Ayuntamiento de Madrid somos conscientes de la necesidad de información que tiene el ciudadano en esta materia y, por ello, dentro de los contenidos de consumo de la página web corporativa (www.madrid.es/consumo), hemos renovado completamente el espacio dedicado a la electricidad, para incluir una extensa información que trata de ayudar a una mejor comprensión de los conceptos e importes que pagamos en la factura eléctrica.

Hemos dedicado especial atención a definir las estrategias que podemos seguir para que la factura nos salga menos cara, aportando una serie de recomendaciones al consumidor en este sentido.

Entre ellas se encuentra la conveniencia de ajustar la potencia a la estrictamente necesaria para que puedan funcionar los electrodomésticos que precisamos que operen simultáneamente. Hay que tener en cuenta que cada escalón superior de potencia (1,15 kW) hace que su factura se incremente aproximadamente en 5 euros al mes.

Eligiendo la tarifa más conveniente puede también conseguir ahorros muy importantes. Así, si su calefacción es eléctrica, contratar la tarifa regulada con discriminación horaria, que tiene 14 horas valle en las que el precio de la energía es del orden de un 40 % más barato, le resultara ventajoso si dispone de acumuladores que concentran el consumo en dichas horas valle.

Estos y otros consejos se detallan en el documento “Estrategias para ahorrar en la factura de la electricidad” que le sugerimos que consulte.

En todo caso, si precisa información no dude en acudir a la Oficina Municipal de Información al Consumidor, que cuenta en su sede Central (Príncipe de Vergara 140) con un Servicio Asesoramiento en la Gestión de la Economía Doméstica al que pueden acudir todos los consumidores madrileños, para resolver sus dudas tanto en lo relativo a la facturación de la electricidad, como a cualquier otra cuestión relacionada con su economía doméstica. Se trata de un servicio confidencial, gratuito e independiente al que se accede a través del sistema de cita previa del Ayuntamiento de Madrid.