¡La riqueza cultural de las ciudades también se esconde en los barrios! Nos colamos en una de las joyas del patrimonio cultural que -aun dependiendo de la Comunidad de Madrid- constituye uno de los hitos del patrimonio histórico de nuestro Distrito 11. Entramos, con su permiso.

Repasamos las trece virtudes del jardín más escondido tras una verja decimonónica a la altura del número 179 de General Ricardos, coincidiendo con la reciente publicación del libro ‘La Quinta de Vista Alegre en Carabanchel’, de José María Sánchez Molledo, Linda Hament y J. Nicolás Ferrando. Sus 210 páginas comienzan con los orígenes de La Quinta como casa de baños en 1825 y repasan los tiempos de esplendor con la reina María Cristina y el marqués de Salamanca, con el que el Palacio Nuevo albergó la mayor colección de arte de la época gracias a lienzos de Tiziano, Caravaggio o Rafael Mengs.

Los Carabancheles fueron desde el siglo XVIII uno de los lugares de recreo predilectos de la alta burguesía y la nobleza madrileña por su cercanía a la corte y su clima saludable. En 1832 María Cristina de Borbón, cuarta esposa de Fernando VII, adquirió un establecimiento público situado en el camino de Carabanchel y Fuenlabrada y ordenó la transformación de las edificaciones existentes, la construcción de otras nuevas y la creación de un jardín inspirado en la pintura del paisaje. En pocos años se levantaron caballerizas e invernaderos, se iniciaron las obras del Palacio Nuevo y se plantaron casi veinte mil árboles y arbustos. Se construyó una ría navegable y se diseminaron fuentes y pequeñas construcciones entre los bosquetes.

¿Qué diferencia hay entre finca y quinta? Las fincas son terrenos delimitados que pueden estar en ambientes urbanos o rurales, y las quintas son casas de campo usadas para fines vacacionales o de retiro.

Los jardines de Vista Alegre, diseñados por diferentes arquitectos y jardineros para varios propietarios a lo largo del tiempo, forman un conjunto extraordinariamente variado de jardines de sombra, geométricos, de plantas exóticas y de propósito ornamental o rústico de carácter productivo. Están declarados Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. ¡Vamos de paseo mapa en mano!

 

1. Estufa grande

Las estufas eran espacios calefactados destinados al cultivo de plantas exóticas, la gran pasión de la jardinería romántica. La Real Posesión contaba con tres: la Estufa Grande y otras dos más pequeñas, además de una naranjera circular, que cobijaba en invierno los grandes tiestos de cítricos. Disponía también de dos invernáculos que conseguían un ambiente templado con un mural de vidrio hacia el sur y protecciones de esteras.

Pie de foto: La estufa era una edificación longitudinal, organizada a partir de una rotonda central de la que originalmente partían dos grandes naves destinadas a albergar las plantas, rematadas en sus extremos por sendos pabellones.

El ala oeste, con la rotonda de acceso y el baño de la Reina, una vez rehabilitados se encuentran ahora en fase de acondicionamiento.

 

2. Baño de la Reina

A esta estancia se accede por uno de los extremos de la Estufa Grande. Es una singular pieza de forma circular y escalones concéntricos, realizada en mármol color caramelo. Se alimentaba del mismo circuito de calor y vapor que recreaba el clima tropical para las plantas exóticas de otras latitudes y la reina lo usaba para su esparcimiento y relajo… 

Con su exilio, María Cristina cede la finca de Vista Alegre a sus hijas, la reina Isabel II y la infanta Luisa Fernanda.En 1859 la adquiere José de Salamanca y Mayol, que hizo de ella el escenario de frecuentes fiestas y celebraciones. Tras la venta de su palacio de Recoletos, Vista Alegre fue su residencia habitual hasta su muerte en 1883. En 1886 sus herederos vendieron la finca al Estado para dedicarla a la Beneficencia, lo que obligó a realizar grandes reformas para la adaptación a los nuevos fines. A su vez, los terrenos del jardín comenzaron a ser ocupados por edificaciones de nueva construcción que provocaron la fragmentación interna de la finca.

3. Palacio Viejo

Es el edificio colindante con la estufa y núcleo fundacional de Vista Alegre. Se levanta sobre la primitiva Casa de Baños, un establecimiento de recreo que, siguiendo la moda de Londres o París, se popularizó como lugar de ocio entre los madrileños. Contaba con salas para el baño, casino, salones y un jardín posterior donde disfrutar de la música y de los espectáculos al aire libre.

Al Palacio Viejo se le anexionó La Estufa Grande, formando ambos una pantalla que protegía la intimidad del jardín de las miradas de los transeúntes. A principios del siglo XX, siendo ya la finca propiedad del Estado, fue remodelado para albergar el Colegio de Huérfanas de Militares de la Unión.  Finalizada la guerra, las Hijas de la Caridad volvieron a Vista Alegre, haciéndose cargo del colegio. Actualmente es sede del Instituto Superior Madrileño de Innovación Educativa (ISMIE).

4. Galería

A mediados del siglo XX se amplió el Palacio Viejo, anexionándose el edificio de Bella Vista y construyéndose una galería para unir ambas construcciones.

La Galería está formada por dos corredores en ángulo levantados sobre un soportal de columnas pareadas. El torreón en la esquina salva el desnivel que existe entre los dos edificios

5. Casa de Bella Vista

Durante el periodo de la Real Posesión fue biblioteca y gabinete de ciencias con herbarios, colecciones de animales disecados, laboratorio e invernáculo propio. Tras la cesión de la finca al Estado, se trasformó para acoger el Colegio de Ciegos de Santa Catalina. Actualmente es sede del Centro de Educación de Personas Adultas Vista Alegre.

6. Caballerizas

Proyectadas por Pascual y Colomer, se levantaron para alojar a los animales de tiro y otras bestias de trabajo, como las mulas de las norias de sangre. Aquí se guardaban también, los coches descubiertos, utilizados para el paseo.

7. Jardín Plaza de las Estatuas

A pesar de que los jardines de Vista Alegre no tuvieron una concepción unitaria, durante la etapa del marqués de Salamanca se logró una satisfactoria integración del diseño de los distintos ámbitos. El resultado fue un conjunto variado de jardines de sombra, geométricos, de plantas exóticas y de propósito ornamental o rústico.

8. Ría

El Jardín Romántico entre el Palacio Viejo y la estufa estaba surcado de este a oeste por un río artificial navegable de casi un kilómetro de longitud. Sus márgenes además podían ser recorridos a pie.

Nace en una montaña artificial de la que brota una cascada de agua,

junto a la plaza de las Estatuas, llamada así por estar enmarcada por diez esculturas de mármol, de las que solo se conservan sus pedestales. Recorría 700 metros de un trazado sinuoso que desembocaba en un estanque con una isla baluarte de planta estrellada a la que se accedía desde las falúas o barcas de recreo.

Actualmente, 400 metros de la ría son de titularidad de la Comunidad de Madrid y 300 metros están en la parcela estatal ocupada por el antiguo colegio de Huérfanos del Ejército de Tierra.

9. Palacio Nuevo

Marca dos hitos importantes en la evolución de la Quinta. El primero, en 1832, cuando la Reina María Cristina compra los terrenos y lo construye aprovechando cimientos y muros de las naves de almacenes y calderas de una fábrica de jabón.

Y segundo, en 1859, cuando el marqués de Salamanca adquiriere la Real Posesión, las obras estaban sin acabar y encarga al arquitecto Pascual y Colomer la creación de una nueva fachada hacia el jardín posterior y una gran escalera de acceso desde el camino procedente de la nueva puerta, la famosa Puerta Bonita.

En el interior, las estancias privadas y los grandes salones fueron completados por Federico Madrazo con pinturas de techos y paredes, e iluminados con las primeras luces eléctricas.  Otros espacios, como el ‘fumoir’ o salón árabe, se decoraron según la tendencia de recrear ambientes exóticos.

Las mayores alteraciones del Palacio fueron fruto de las adaptaciones hechas por las instituciones benéficas y educativas que lo ocuparon a lo largo del siglo XX, desde que en 1887 se instalara en él el Asilo de Inválidos del Trabajo, hasta 2008, año en que se trasladó el Centro Público de Educación Especial María Soriano, última de las instituciones en ocupar el edificio.

Pie de foto: Varias imágenes del palacio nuevo. En el centro la gran cúpula del vestíbulo, realizada por José Evaristo Pannuci. También una farola BUTSEMS.  Existe una gran variedad de farolas originarias del jardín en tanto que estos son una amalgama de jardines de distinta naturaleza y origen. Cada farola o grupo de estas se han datado, identificado y restaurado.  Especialmente singulares son las podemos observar en torno al jardín de las estatuas, cuyos báculos están fabricados en piedra artificial en el siglo XIX por la empresa BUTSEMS.  Los báculos se han restaurado, completado con luminarias históricas y las lámparas led reproducen la luz de gas originaria.

10. Parterre

Ubicado frente a la fachada principal del Palacio Nuevo se encuentra el Parterre, un jardín neoclásico cuyo trazado está organizado alrededor de tres fuentes circulares, una central más grande y dos laterales, diseñadas por Narciso Pascual y Colomer.

Pie de foto: Acantos, fresas, vincas, verbenas, hipéricos, violas, claveles, aves del paraíso, lirios africanos, campanillas, jazmines, calas, dalias, peonías, gladiolos, tulipanes, jacintos y begonias en el Parterre.

11. Cedro

Posiblemente el cedro más antiguo de Madrid está aquí. Incluido en el Catálogo Regional de la Comunidad de Madrid en la categoría de ‘Árbol Singular’, esta joya de cinco metros de circunferencia y 35 de altura aproximada fue plantada en la primera mitad del siglo XIX. Originario del Líbano y suroeste de Turquía, se introdujo en Inglaterra en 1638 y en Aranjuez en 1787, desde donde vino a Madrid.

Junto a un antiguo ciprés, resistió el 12 de mayo de 1886 al fuerte ciclón que arrasó Madrid.

12. Casa de Oficios

Inicialmente fue una fábrica de jabón de las muchas que desde Carabanchel surtían a las lavanderas de la ribera del Manzanares. Explotado por los Cinco Gremios Mayores de Madrid en el siglo XVII, el edificio se organizaba en almacenes, patios y tinajeros para contener aceite, base para obtener jabón.

Tras pasar a ser Real Posesión se transformó en la Casa de Oficios de la Quinta de Vista Alegre, cuerpo de apoyo y de servicio para sus palacios.

13. Fuente de los Caballos Marinos

Es la fuente de mayor tamaño de las siete que restauradas en los Jardines. Su vaso principal, parcialmente enterrado, tiene un diámetro de 16 metros y el cuerpo central, de mármol blanco, está configurado por cuatro caballos rampantes con colas de pez que se enrollan helicoidalmente en el fuste de la fuente.