La solidaridad madrileña se muestra una vez más, en este caso, con la migración venezolana, la más grande en la historia moderna de América Latina y el Caribe, que se ha visto agravada este año por la pandemia de la COVID-19. Sus efectos se dejan sentir más intensamente en aquellas personas más vulnerables –niños, adolescentes, gestantes…- que no tienen cubiertas sus necesidades básicas, entre ellas, las de salud.