Fue en un bar cafetería, el Bella Luz, donde hace casi seis décadas, Antonio Sabugueiro y un grupo de amigos soñaron con celebrar una carrera para atletas profesionales, similar a la celebrada en Sao Paulo (Brasil), en Nochevieja. Nacía así la San Silvestre Vallecas, una de las pruebas más emblemáticas de nuestro país.