Durante el otoño, miles de árboles que adornan Madrid pierden su colorido manto cubriendo el suelo de hojas. Este año, el Ayuntamiento refuerza el trabajo de los servicios de limpieza que recogen la hojarasca y luego la trasladan a la planta de compostaje de Migas Calientes, donde se transformará en un regalo para la naturaleza a modo de abono vegetal.