Alteró la vida de la ciudad y dejó un rastro mortecino en su patrimonio verde. Ramas, arbustos y árboles vencidos por el temporal pintaban de tristeza los ojos del paseante. Un año y medio después, ese patrimonio verde madrileño puede decir que, al final, se ha impuesto a Filomena.
El fin del otoño marca el inicio de la época de plantación. Nuevos árboles, nuevas especies que, además de sombra y color, reducen la contaminación, almacenan dióxido de carbono y producen oxígeno. Entre el próximo mes de diciembre y marzo de 2021, Madrid se verá enriquecida con 7.500 nuevos ejemplares.
