La aprobación del avance de la modificación de las normas urbanísticas que regirán el Madrid del futuro traerán una ciudad más verde gracias a las medidas de renaturalización, con más vegetación en fachadas y cubiertas; una ciudad con mejores usos dotacionales; una ciudad tecnológicamente preparada, que dé cabida a las nuevas actividades económicas. En definitiva, una ciudad renovada y capaz de satisfacer las necesidades de todos sus habitantes, independientemente de las circunstancias que tengan.