Durante los meses en los que adolescentes y jóvenes madrileños vivieron en confinamiento se vieron obligados a hacer muchos cambios en sus vidas relacionados con una readaptación a las tecnologías. Muchos las utilizaron para poder seguir con las tareas escolares, buscar información o entretenimiento para llenar las horas de ocio o para mantener un vínculo afectivo con amistades y familiares. Su uso abusivo podría convertirse en adicción. Desde Madrid Salud ofrecen tres recursos para ayudar a combatirlas