Todo se inició con la pandemia y el confinamiento obligatorio. Asomarse a la ventana o arriesgarse a salir a la calle por razones inexcusables era enfrentarse a una ciudad irreconocible, vacía, carente de vida por la falta de quien se la da, el elemento humano. Y el Museo de Historia de Madrid pensó que eso era Historia, con mayúsculas. Convocó entonces su primer concurso de fotografía para que fuera la ciudadanía la que pusiera imágenes a ese momento excepcional que, sin preámbulos, había pasado directamente a los anales de la ciudad. Él éxito de la convocatoria forzó una segunda edición y una tercera. Ahora llega la cuarta. ¿El título? ‘Próxima estación: Madrid’.