Una ciudad accesible no se limita a ser una ciudad libre de barreras arquitectónicas. Una ciudad accesible va mucho más allá. Es aquella que permite a toda la ciudadanía, tenga o no algún tipo de discapacidad, que pueda vivir y participar de manera independiente, autónoma e igualitaria de todos los aspectos de la vida urbana, desde la movilidad hasta la cultura.