La Escuela Municipal de Cerámica de la Moncloa lleva más de un siglo trabajando, formando, abriendo nuevos caminos en el arte cerámico. Cada año por sus aulas pasa una media de 250 alumnos, de los que muchos son prejubilados a los que el placer de aprender por aprender les reviste de un tesón impagable. De sus manos salen piezas únicas. Es su sello de distinción, la imperfección de lo artesano frente a lo predecible de lo industrial.