Tras las restricciones de tiempo y espacios de la edición pasada, este año Veranos de la Villa despliegan toda su potencia, con dos meses de programación y nuevos escenarios que se han sumado a los tradicionales de Conde Duque o La Bombilla, algunos de ellos auténticas joyas de la arquitectura y la historia madrileña. Veranos busca así este año no sólo multiplicar espacios para llegar a más gente y albergar más propuestas, sino también realzar el gran patrimonio arquitectónico de la ciudad.