Uno de los rasgos de la magia es la capacidad de estar en varios sitios prácticamente a la vez y, sólo por eso, los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar se merecen el sobrenombre de magos. Su hechizo sobre los madrileños es de tal magnitud que no solo se nos aparecerán en la cabalgata que recorre las áreas centrales de la ciudad, sino también en prácticamente todos los distritos de la ciudad de una u otra forma.