Tan imprescindibles en San Isidro como los claveles, los vestidos de chulapa, las gorras de ‘pichi’ o los organillos. Su olor, junto con el de los barquillos, impregna el aire de mayo. Son las rosquillas del Santo. Listas, tontas, francesas y de Santa Clara, a las que este año, para celebrar el Año Santo de San Isidro, se ha sumado una más, la ‘rosquilla del Año Santo”, que sólo elaboran las pastelerías artesanas de Madrid.