El concejal del distrito de Centro, Carlos Segura, ha participado esta tarde en la entrega de premios a los artistas participantes en la undécima edición de CALLE, el Festival de Intervenciones Artísticas de Lavapiés que, hasta el 5 de mayo, convierte el barrio en un museo de arte urbano, utilizando como lienzos las fachadas, escaparates y otros espacios exteriores de los comercios y establecimientos de la zona. La iniciativa, promovida anualmente por la Asociación de Comerciantes de Lavapiés, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid.

Durante el acto, Segura ha ensalzado “ese lienzo inspirador que son los barrios de Madrid y, en concreto, Lavapiés”, subrayando “el talento madrileño que hoy se premia” y la “capacidad del arte para reunir a los vecinos y dinamizar el pequeño comercio y la vida a pie de calle, ejes vertebradores de una ciudad”.

4.000 euros en premios para las mejores creaciones

Entre las intervenciones artísticas realizadas por los 53 participantes con disciplinas como el grafiti, el diseño gráfico y la ilustración, el arte conceptual e instalación, el arte plástico, pintura sobre cristal o intervenciones con paste up, Segura ha entregado el Premio del Jurado a Soem Mac por su obra Soem System, que ha obtenido 2.000 euros. El Premio Alhambra, dotado con 1.200 euros, ha sido para el artista Leyvel por su obra La Amazona y el Premio del Público ha recaído en la obra Gent del Barrio, del diseñador Bugleplanet. Los tres galardonados también han recibido 30 botes de espray de pintura cada uno de ellos.

CALLE cuenta como artista invitado de esta edición con Basket of Nean, gran referente del arte urbano en Madrid; con la galería de arte La Panatería como nuevo comisariado de arte, y con la participación de artistas de renombre en arte urbano como Pezones Revueltos, Dante Arcade, Sr Gotta o Zai, entre otros.

Además de animar las calles del barrio, el festival constituye un espacio de encuentro intergeneracional que hace extensivo el arte urbano hasta los mayores y que se ejemplifica en el mural de la calle de Argumosa, 31, creado por un grupo de mujeres de entre 70 y 93 años, alumnas de talleres de pintura de los centros de mayores del distrito, conocidas como ‘las abuelas grafiteras’. /