Pájaros y geometría. Colores y Naturaleza. Estos dúos son los primeros que asaltan la vista cuando se abre la puerta del estudio de Taquen. Porque Taquen, el alías artístico bajo el que crea Gonzalo Martín, es un chico de barrio, gallego (Coruña, 1992), afincado en Madrid desde los cinco años. Un amante de la naturaleza que se refleja en toda su obra para el que el arte urbano es lo mejor y el más accesible.
En los últimos meses acaba de formar parte del proyecto cultural de creación de murales, Muraltalaz, en el distrito de Moratalaz, que en un juego conjuga ambas palabras. Una propuesta municipal que busca reforzar el sentimiento de identidad entre los residentes del distrito a través del arte urbano. Un proyecto artístico que engloba la realización de murales artísticos en edificios de titularidad municipal para crear nuevos focos de atracción en el distrito con la intención de que se conviertan en referentes y potencien el sentimiento de identidad y pertenencia de las personas que viven en Moratalaz.
La conversación discurre en una mesa en su estudio compartido, en la que Taquen detalla que llegó al proyecto en el 2023 porque se enteró de que estaban buscando desde el departamento de Cultura de la Junta municipal a artistas para empezar un proyecto mural en distrito “que les gustaba mi trabajo; y así empezó todo. Luego me involucré un poco más”. Una colaboración que le llevó a ayudar de cómo gestionar a ciertos detalles o ponerse en contacto con otros artistas.
Para alguien lego en el arte urbano empezamos explicando cómo se fraguó esta colaboración. Detalla que en el caso de Muraltalaz el germen inicial era un mural nuevo en un barrio nuevo en el que no había nada de este tipo y “por lo que no querían temáticas muy transgresoras”. Entonces te dicen “tenemos todas estas fachadas públicas. Elige cuál te gusta y tú decide la temática. Confiamos en tu trabajo. Entonces yo elegí una, presenté el boceto y el presupuesto. En este caso tú lo gestionas todo, la compra de la pintura, la grúa, etc y al ser un por proyecto público no hay que concursar, solo conseguir los permisos necesarios para hacerlo más fácil. Ellos se ocupan de los permisos y yo ya presento el boceto”.
¿Y en el resto de las veces que trabajas?
Pues hay de todo. Por ejemplo, hay algunas que son festivales de arte urbano, donde contactan contigo. Son gente, una asociación o un ayuntamiento que organiza este tipo de eventos en la ciudad, en su pueblo, un festival de arte urbano cada año. Entonces contacta con diferentes artistas y te concretan el viaje, etc. Suele ser temática muy libre y porque te contactan como artista, igual que se llama un músico para un festival para que toque su música.
Y hay otros en los que te sí y otros que te presentas a convocatorias, por ejemplo, ahora lo he presentado varias convocatorias. Una en Holanda. Es que entonces hay varias maneras, simplemente por porfolio previo y realizas en boceto que al final es un trabajo que no sabes si va a rendir. Si lo pasas, merece la pena. ¿Qué no? Pues se queda el boceto ahí. Bueno, igual en algún otro momento lo puedes reutilizar, pero lo has hecho expresamente para ese momento y no ha salido.
¿Cómo se plantea un mural?, ¿cómo plasmas esas enormes dimensiones?
Cada uno tiene su técnica, yo trabajo con cuadrícula, como se ha hecho desde tipos inmemoriales, pero existe otra forma mediante una proyección. Hoy existen técnicas un poquito más avanzadas, que es a través de con programas informáticos que te permiten hacer unas transparencias de tu boceto sobre el muro.
Como si fuera una calca…
Sí, algo así, incluso hay trabajos que se hacen a mano alzada. Con un palo muy largo y utilizar la fachada como si fuera un folio, casi sabes a escala si te pones desde lejos. Tomas referencias. Ampliarla en grande, yo me siento más cómodo.
¿Tú empezaste tu carrera con murales?
Empecé haciendo grafiti que me interesaba como expresión, pero me interesaba más pintar un sábado entero con mis colegas un mural, hacer otras cosas, lo que llevó a dejar de hacer letras y a probar otras cosas y a acabar estudiando Bellas Artes cuando yo ya me dedicaba a esto. Empecé pintando locales comerciales por aquí, por la zona con un amigo, a los 14 años. Y luego empezamos a viajar. Entonces yo estaba estudiando la carrera, dedicándome a lo que me gustaba faltaba. Nos llegaban encargos como pintar centros comerciales: quiero que pintes, esto vale, y entonces empecé a desarrollar un estilo propio durante la Universidad y lo fui aplicando y hubo suerte, sabía lo que me quería dedicar era arte urbano. Y fui aplicando todo lo que iba aprendiendo a la calle. Calle, calle, calle, hasta hoy.
Entonces la definición de arte urbano sería ¿el que se hace en la calle?
Sí, literalmente, esto es un arte público accesible a todo el mundo, en el que el lienzo es la calle. De cualquier manera, tanto mural como intervenciones pictóricas, como land art*. Y sí, que la palabra urbano implica que está entre una ciudad, pero bueno, en el entorno.
Ese aspecto como objeto artístico efímero es lo que centra la conversación en este punto, donde Taquen detalla que “cuando pinto yo tengo claro que el día que acabo el mural, ya no es mío, está en la calle, y eso pertenece a otros, pertenece al aire que lo va a estropear, a la lluvia, a la gente que pinta por la calle”.
En la conversación seguimos hablamos de la diferencia de concepto que parte de la sociedad tiene entre grafiti y arte. Y el artista establece que depende de quién pone los límites, y que a él le molesta más que le estropeen un trabajo privado que ha desarrollado para alguien. “Últimamente se respeta mucho. Es diferente ya se entiende el concepto de arte, ya es algo que está dentro de la sociedad. Obviamente no deja de haber grafiteros que están súper en contra de lo que hacemos, los que nos dedicamos a esto profesionalmente. ¿Pero al final qué prefiero estar poniendo copas en un bar o llevar el grafiti a la profesionalidad? Elevarlo, quiero decir, o sea, entender como arte urbano, lo que antes era solo grafiti.
Taquen ha participado en Muraltalaz con murales en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Pío Baroja. Se llama Ciegos de luz y es una hermosa llamada de atención sobre el aislamiento social generado por las tecnologías. En la obra de gran formato ha utilizado la contraposición de dos imágenes en las que enfrenta el aislamiento con la libertad, el movimiento y la luz de la compañía y el aire libre.
¿Arte para restaurar y potenciar zonas desconocidas?
Sí, pero pienso que hay que tener cuidado con lo que se hace y lo que se hace. Que no todo vale en un mural. Yo no juego con el concepto de bonito, hay que pensar un poco lo que estás haciendo, dónde lo estás haciendo, por qué, quién lo va a ver. Tu obra tiene que estar contextualizada, tú no puedes pintar lo que te dé la gana.
Esa responsabilidad ¿se extiende en tu caso a tus labores solidarias?
Totalmente, claro, esto es algo muy en mí de siempre. No sé si también influye en mi trabajo, pero es algo que empecé a la par. También he trabajado en muchos proyectos sociales. He viajado mucho, he conocido muchas historias. Y me niego a ir por la vida mirándome el ombligo y poniendo con un antifaz o como los burros que no ven lo que está sucediendo al lado.
Taquen habla de su última obra no en pared sino en papel, Pintaquen, un libro para colorear cuyos beneficios, generados por la venta, serán donados a un proyecto para niños y niñas afectados por la DANA de octubre de 2024 en Valencia. Y que se suman a otras dos propuestas literarias anteriores: Diario de una pausa (2020) Soliloquio (2023).
Además de en Muraltalaz, tiene decenas de murales y obras municipales y públicas en Madrid como en la Biblioteca Facultad Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense, el proyecto CUBOS con Madrid Street Art Project en la plaza del mismo nombre, mural en Instituto de Mirasierra (2023), otro proyecto con la Junta municipal de Villaverde, o la portada de Eme21 Magazine (2021), o el programa Compartiendo muros, además de en puntos y proyectos diversos de España e internacionales.
¿Qué le falta a Madrid del arte urbano?
Criterio, quizás un criterio claro y unión. Hay varios proyectos que se dedican a gestionar temas de arte urbano, pero no veo una conexión real entre ellos. Creo que deberíamos trabajar juntos. Hay en este barrio, por ejemplo, una asociación muy guay, aunque no tiene que ver con el arte urbano que es Tetuán Crea que es una asociación muy grande en el que hay un apartado un poco de artistas urbanos, pero no detallado.
Un poco principios de cosas que nunca llegan a ser del todo y quizá desde el Ayuntamiento se podría potenciar, pero no llega a una unión fuerte. Algo bien gestionado. Como un colectivo, algo en torno a lo que esté todo más organizado o mejor gestionado, de artistas, obras; una especie de catálogo
¿Qué pintarías en Madrid?
A mí me gusta pintar. Pues mira, me encantaría pintar estos barrios modernos que hay ahora de casas frías, que están construyendo muchos. Creo que sería buen punto. Han hecho un barrio ahí al lado del mío, que se veo unas fachadas de unos edificios que digo, estáis perdiendo el tiempo, porque creo que pintar más por el centro no es necesario, ya arde solo. Hay que llevar el arte a Moratalaz y otros barrios.
Entonces ¿crees que el arte urbano es de periferia?
Sí, pero porque creo que al final es la gente que no está tan acostumbrada a estar en contacto con la cultura y creo que es guay llevarlo ahí, igual que acercarlo a los entornos rurales. Las partes de las ciudades más rurales son los extrarradios. Es donde está la vida más cercana a lo que ha sido la vida siempre. No es lo mismo en los barrios nuevos. Yo he pintado en el barrio Fuencarral, por ejemplo, y ahora en Moratalaz, y la respuesta es diferente. Cuando pintas en el centro de la ciudad eres algo más, un poco, una parada. Estamos sobrestimulados.
Cuando pintas fuera en sitios en los que la gente no está acostumbrada, a lugares donde de verdad no hay tanto contacto con la cultura, es donde más cómodo me siento y donde más agradecida es, la gente nos espera.
¿Es un arte de gente joven?
No, no, no, hay de todo. Es cierto que el arte que pintar en la calle tiene unas características que te convierten en un albañil, ya que físicamente es un trabajo duro. Esto hay que tenerlo en cuenta. No es fácil pasarte una semana subido en una grúa de sol a sol.
No me refería a la creación sino a la recepción
Ah, pues los mayores. Yo diría que los mayores. De hecho, talleres en institutos y eso, depende la edad o del cierto interés, pero creo que se aprecia más un poco más adelante, como todo, un poco, porque los jóvenes no aprecian tanto a la primera. Creo que nuestra generación ya va a cambiar ese pensamiento.
Sale a colación una reciente exposición del Bansky, -También hay mucho desconocimiento de artistas urbanos de renombre en el público general…
No puede ser que se le dé tanto valor a un artista que no es ni de aquí, con la cantidad de artistas urbanos que hay en España y en Madrid, que se tenga que traer cosas siempre fuera porque parece que es mejor. Aquí hay una colección de artistas en Madrid por la que se podría hacer ya un museo, una colección. Y el arte urbano y los muralistas, creo que lo mejor que hay está en España y de largo. En número y en calidad.
Y para cerrar, ¿tu lugar favorito de Madrid?
La Sierra. Hay algo guay que hago con mi pareja y por suerte lo hago todos los fines de semana. Yo hago mucha montaña. Pero siempre me gusta volver a comer e irme por Madrid, ciudad de paseo. Bueno, pasear para tomar de un café y para para sentirte seguro, cómodo. Es diferente, es muy bonita, mucho más de lo que la gente piensa. Madrid Ciudad es el ambiente y no es un tópico. Es lo que más me gusta y hay mucha oferta cultural, muy buena. Museos, cine…Pese a que me siento una persona conectadísima con la naturaleza, tendría que vivir cerca de esta ciudad. Hay algo en Madrid porque para mí es una ciudad todavía muy real. Veo que la gente que viene de turismo no viene a hacer el típico turismo. Me gusta mucho Madrid, que todavía es una ciudad de verdad.
*El Land Art, también conocido como arte de la Tierra o arte ambiental, es una corriente artística que utiliza el paisaje y los materiales naturales como base para sus creaciones. Fusiona arte con naturaleza, creando obras en lugares remotos y a menudo, efímeras.