Wolves family, de Asem Navarro

Uno de los principales objetivos del arte es comunicar y conectar. En torno a esta acepción podríamos englobar Muraltalaz, una iniciativa que busca reforzar el sentimiento de identidad entre los residentes en nuestro distrito a través del arte urbano. Un proyecto artístico que engloba la realización de murales artísticos en edificios de titularidad municipal para crear nuevos focos de atracción en el distrito con la intención de que se conviertan en referentes  y potencien el sentimiento de identidad y pertenencia de las personas que viven en Moratalaz.

Unas propuestas que aúnan arte decorativo con urbano para acercar y embellecer las fachadas de Moratalaz, creadas por artistas reconocidos que ven el valor pedagógico y comunicativo de estas obras ubicadas en la calle para su disfrute diario.

Murales para embellecer y reivindicar

Muraltalaz arrancó con cinco intervenciones artísticas, aunque se sigue trabajando en la detección de nuevos espacios y artistas para hacerlo crecer. Las primeras actuaciones comenzaron en septiembre del pasado año y se desarrollaron en los meses sucesivos de la mano de prestigiosos nombres del panorama del arte urbano nacional e internacional.

Quien pasee por nuestro distrito puede  ya sorprenderse con obras como la del artista Taquen, en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Pío Baroja. Se llama Ciegos de luz y es una hermosa llamada de atención sobre el aislamiento social generado por las tecnologías. En la obra de gran formato ha utilizado la contraposición de dos imágenes en las que enfrenta el aislamiento con la libertad, el movimiento y la luz de la compañía y el aire libre.

 

Otra de las primeras actuaciones que se pudieron contemplar fue la de Alegría del Prado, una pareja de artistas que han realizado el primer mural en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Sáinz de Vicuña para dar la bienvenida a los alumnos en el comienzo del nuevo curso escolar. Su obra refleja la imagen de una niña junto a un gran oso creado a través de la fusión de otros elementos como insectos, aves, caracoles o mariposas. Una metáfora con la que mostrar la convivencia del arte con los más pequeños, con la infancia, para fijarse y admirar los pequeños detalles.

La segunda entrega tuvo lugar en noviembre con la realización otros murales artísticos como los del dúo PichiAvo en el muro frontal del Centro Sociocultural Moratalaz; PichiAvo está formado por Juan Antonio (Pichi, 1977) y Álvaro (Avo, 1985), un dúo de artistas urbanos procedentes de Valencia, reconocidos por su habilidad para crear relaciones entre pintura y escultura en contextos urbanos, adoptando un enfoque plenamente innovador en sus fusiones artísticas.

Fachadas y paredes para recordar

Lidia Cao también ha plasmado su obra en uno de los muros del patio del CEIP Real Armada, con una idílica obra El soñador, inspirada en el ‘grumete Pepe’, un antiguo personaje de su escuela, y un segundo mural, El hallazgo, dedicado a la ciencia en el CEIP Conde Arruga. Cao, ilustradora autodidacta, llegó al muralismo en 2016 a través de unos talleres y desde entonces plasma retratos y personajes que cuentan historias en escala de colores.

Eneko AT ha llenado de color la plaza Manuel de la Quintana con una obra que se visualiza mejor y en todo su esplendor desde el aire y que realza la imagen de la zona. Este artista navarro ha cubierto más de 600 metros cuadrados del suelo con imágenes cotidianas como un lector que puede usar el parque o las mariposas que lo circundan. Ganador de múltiples premios de pintura mural a nivel nacional, es conocido en redes sociales como @n_koat.

Vista aérea de la obra de Eneko en la plaza de Manuel Quintana. Foto de @n_koat

También han participaron en esta segunda sesión, el artista francés Kalouf, con un muro lateral del CEIP Sainz de Vicuña, de 9 x 7 metros, que representa en Night owl sus recuerdos de infancia con un colorido y opulento búho nocturno. Y el murciano Jotalo ha intervino en un lateral del Centro de Mayores Isaac Rabin con una de sus propuestas coloridas en 3D denominada El abrazo.

Caperucita y la familia ‘chalanea’ en el barrio

Reskate ha hecho un homenaje a la comunidad gitana en el edificio del antiguo colegio Gil Alberdi, con su obra Chanelar, un término del caló, lengua del pueblo gitano, que significa entender o saber. Reskate es un colectivo formado por Minuskula y Javier de Riba, con influencias por la rotulación clásica y la cultura popular.

Otro de los murales ha sido creado por Sfhir, en el Centro de Servicios Sociales de Moratalaz, que rinde culto a las mujeres artistas y músicas anónimas y olvidadas, para que queden como recuerdo.  Y otra fémina protagoniza también la intervención de Asem (Asem Navarro) en el CEIP Martínez Montañés, y su obra Wolves family, donde brilla Caperucita. “El epicentro de la obra gira sobre la familia, con Caperucita como pilar, representando la crianza y el cariño, protegiendo al resto de la familia: el perspicaz joven lobo a su izquierda, el cándido anciano a su derecha y el férreo padre en el centro”, como detalla el artista en su web.

El pabellón cubierto del CDM La Elipa ha sido el lienzo de Murfin y de Paula Díaz en su exterior, y el artista portugués Lucas Farias también ha dejado su impronta en el muro perimetral del CEIP Sainz de Vicuña, con un mural de 150 metros lineales que plasma una Sinfonía salvaje de animales, colores y movimiento en relación con la actividad vital de la infancia. /