Eme21Mag. Número 85. Enero 2025. Página 20
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“¿Recuerdas al cobrador sentado al lado del conductor? ¡Y el porte de los conductores, que para nosotras eran personas muy importantes!”.  “Menudo cambio cuando dejamos de ir a Atocha en tranvía y empezamos a hacerlo en el 36”.  “Ahora casi todo el mundo va mirando el móvil, menos mi nieta que siempre salta para ser la primera en pulsar el botón…”. Son frases que resumen pequeñas historias cotidianas de aquellos para los que el autobús ha acompañado siempre sus vidas. Porque la historia de EMT Madrid la construimos los madrileños, y en el museo de la empresa municipal se pueden encontrar algunas ‘máquinas del tiempo’ que nos trasladarán a momentos entrañables de nuestro pasado o que nos conectarán con los que recorrieron las mismas calles mucho antes de nosotros.

Un poco de historia

En 1871, Madrid inauguró su primer servicio regular de transporte público colectivo, el llamado ‘tram-vía’. Lo hizo medio siglo después de que en distintos puntos de Europa comenzaran a aparecer iniciativas privadas de transporte colectivo que respondían a necesidades concretas de índole comercial o empresarial (como llevar más clientes a unos baños o transportar a unos empleados desde la aduana), pero cuya gran aceptación fue el germen de los posteriores servicios públicos.

Imagen de archivo del primer tranvía eléctrico en Madrid (1892)
Imagen de archivo del primer tranvía eléctrico en Madrid (1892)

Aquella primera línea iba de la Puerta del Sol a la calle Serrano y sus vehículos eran carruajes tirados por caballos o mulas. Poco después se extendió hasta Pozas, que hoy es la zona de Princesa.

Los tranvías (a los que llegó el vapor y después la electricidad) dominaron Madrid durante casi medio siglo, hasta la llegada en 1919 de la primera línea de la Compañía Metropolitana, que unía Sol con Cuatro Caminos.

El tercer actor en este escenario de movilidad fue el autobús, que irrumpió en 1922 para desaparecer solo cinco años después por problemas de gestión y costes. Volvió en 1933, cuando la Sociedad Madrileña de Tranvías (SMT) pasó a hacerse cargo también de esos vehículos y a llamarse Empresa Mixta de Transportes Urbanos. A partir de ella nació, en 1947, la actual Empresa Municipal de Transportes (EMT).

El museo

El principal atractivo del museo son los más de cuarenta vehículos de la colección (en concreto, 42 autobuses, un autocar, cuatro vehículos auxiliares y una reproducción del tranvía ‘belga’ número 477). Dos de las joyas que más llaman la atención son los autobuses de dos pisos: el Guy Arab de 1948 y el Leyland Titan de 1957. Desde 1990, EMT Madrid se ha implicado en preservar una unidad de cada modelo que se retira del servicio con el objetivo de reunir una colección del patrimonio móvil histórico de la compañía.

La evolución de la flota, guiada tanto por los avances tecnológicos como por las necesidades sociales, puede leerse como una historia lineal al recorrer el espacio de la exposición. El primer autobús articulado (Pegaso 6035-A, de 1966), el primer microbús (Pegaso Sava 5720, de 1976), el momento en el que la flota cambió al color rojo (Pegaso 6050, 1974) y desapareció la figura del cobrador, el primer vehículo propulsado por Gas Natural Comprimido o por pila de hidrógeno, el primero de piso bajo para mejorar la accesibilidad, el primer microbús de propulsión híbrida, el último diésel… Todos ellos cuentan algo de lo que se estaba viviendo en nuestra ciudad en aquellos momentos.

Vehículos expuestos en el museo de EMT Madrid

La propia nave en la que se ubica la exposición es también un elemento de interés histórico, ya que se trata de un ejemplo prototípico de la arquitectura industrial de las décadas de 1950 y 1960.

Otro espacio destacable del museo es la Sala Alcántara, que reproduce la primera sede de EMT Madrid en el número 24 de la calle de Alcántara de Madrid, en el barrio de Salamanca. Contiene una mesa original cuyo tablero de una sola pieza de tres metros de longitud tuvo que ser cortado a la mitad para ser transportado al museo. La sala muestra una selección de asientos de autobuses de EMT Madrid, desde los de madera hasta los actuales ergonómicos de plástico. También expone uniformes, chapas y placas identificativas de conductores, inspectores y cobradores, títulos de transporte, planos y tablillas de las líneas, maquinaria, fondo documental…

El museo también contiene paradas y marquesinas, así como maquetas diversas: desde la antigua cochera de Vallehermoso hasta el edificio de EMT en la calle de Alcántara.

Además, hay tres espacios que están cerrados al público por motivos de seguridad pero que los visitantes pueden conocer en la audioguía: la sala de Bombas de Inyección, donde se realizaban pruebas previas a la instalación; la Fragua, donde se forjaban herramientas y piezas para reparar los autobuses; y la sala de Control de Ruedas, con un sistema de filas y columnas analógico que, a modo de rudimentaria hoja de cálculo, utilizaba chapas identificativas para cada autobús.

¡Quiero ir!

El Museo de EMT se encuentra en la antigua Nave de Conjuntos del Taller General de la cochera de Fuencarral de EMT Madrid. Como el lugar sigue siendo un espacio de trabajo, las visitas se realizan los sábados, domingos y festivos del 1 de marzo al 13 de julio y del 6 de septiembre al 16 de noviembre. Hay que reservar las entradas de forma anticipada para uno de los pases: 10:00, 11:30, 13:00 y, en algunos periodos, 17:00 h, a través de la web oficial del museo: museo.emtmadrid.es. También es posible reservar visitas de grupo. Está disponible una app con audioguía para disfrutar aún más del recorrido.

No quedan muchas oportunidades de visitar el museo de EMT Madrid en su emplazamiento actual en el Centro de Operaciones de Fuencarral. El Ayuntamiento ha anunciado una nueva ubicación en una parcela de 4.460 m2 el entorno Mahou-Calderón. Ya está en marcha, en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Madrid, el nuevo concurso público para definir el futuro museo.

Si prefieres echar un vistazo a estos vehículos históricos sin moverte de casa, el museo ha habilitado esta visita virtual.

Por cierto, que el museo acepta donaciones de personas que tengan piezas relacionadas con la historia de EMT Madrid susceptibles de ser mostradas al público. Si es tu caso, puedes contactar a través de este formulario.

Museo de EMT Madrid
Museo de EMT Madrid

“El coche partía de la extremidad del barrio de Salamanca, para atravesar todo Madrid en dirección al de Pozas. Impulsado por el egoísta deseo de tomar asiento antes que las demás personas movidas de iguales intenciones, eché mano a la barra que sustenta la escalera de la imperial, puse el pie en la plataforma y subí; pero en el mismo instante ¡oh previsión! tropecé con otro viajero que por el opuesto lado entraba”.

La novela en el tranvía (Benito Pérez Galdós)