No era el Turia, era el Manzanares pero las miles de personas que se congregaron ayer en la explanada del Puente del Rey pudieron hacerse la ilusión durante 450 segundos, de estar viviendo en directo las Fallas valencianas. La mascletá, organizada por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con el de la capital levantina, reunió el espíritu de la fiesta grande valenciana: una sinfonía de ruido, combinada con destellos de luz y color y con efectos digitales y la presencia de las falleras mayores de Valencia, María Estela Arlandis y Marina García, acompañadas de sus respectivas cortes de honor, en total 26 falleras (13 adultas y 13 niñas).

Pirotecnia Valenciana, una de las empresas más destacadas del sector, ha sido la encargada del espectáculo pirotécnico, diseñado especialmente para el entorno en el que ha tenido lugar y con un carácter más visual que el de una mascletá clásica. En Madrid se ha podido disfrutar de una pantalla pirotécnica de 100 metros lineales, para lo que ha empleado 307 kilos de pólvora en artificios de calibre máximo de 50 milímetros, con mayor componente aéreo que terrestre y con un inicio de traca valenciana, seguido de fuego aéreo, cuerpo terrestre y final terrestre y aéreo.

 

Este preámbulo de las Fallas, que desde 2016 son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, revela una vez más, como subrayó el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que Madrid «siempre está abierta a todo tipo de manifestaciones culturales para compartir ese proyecto común, apasiónate y de futuro que es España». La iniciativa se enmarca en el acuerdo firmado en la pasada edición de FITUR entre ambos ayuntamientos con el fin de incrementar el conocimiento mutuo entre madrileños y valencianos mediante la promoción de los eventos culturales, turísticos y de ocio que se celebren en cada una de las ciudades. En este caso, la mascletá ha traído en palabras de Almeida “la esencia profunda del alma de Valencia a la capital de España».

La mascletá es uno de los acontecimientos más importantes de las Fallas que, del 1 al 19 de marzo se dispara en Valencia diariamente a las 14:00 horas, congregando a más de 40.000 personas en la plaza del Ayuntamiento, en la que es considerada la ‘catedral mundial de la pirotecnia’.