Había una vez un grupo de pequeños valientes que combatían contra los malvados monstruos de sus pesadillas. Cada día, desde su casita, construida en lo alto de un árbol, se abría una pequeña ventana por la que contemplar el mundo de los sueños. Durante un ratito, estos valientes guerreros podían sentirse como Wendy y toda la pandilla de Nunca Jamás. Por ese agujerito cuadrado, se colaba, además de la brillante luz del sol, una aventura llamada Lectura que da vida.

Lectura que da vida es un proyecto de la Biblioteca Municipal Eugenio Trías. Casa de Fieras de El Retiro que nació con una laudable intención: ofrecer cierta ‘normalidad’ a los niños ingresados en el Hospital Niño Jesús, un centro de referencia nacional en oncología y psiquiatría. Estos pacientes pasan largas temporadas ingresados y, en muchos casos, eso acaba conduciendo a períodos de aislamiento contra los que se quiere luchar.

Desde esa primera fase, que comenzó en 2016, esta iniciativa ha ido sumando más y más ideas para llevar alegría a las habitaciones de los hospitales y convertirlas así en su propio País de las Maravillas. En este hospital madrileño se realizan actividades presenciales en las aulas y habitaciones. En un inicio, los encargados de crear los contenidos fueron los bibliotecarios, a los que pronto se sumaron la escritora infantil y juvenil Begoña Oro, el dramaturgo y novelista Nando López y la autora de literatura infantil y juvenil Vanesa Pérez-Sauquillo. Ahora, en el proyecto hay tantos personajes como en Blancanieves y los siete enanitos, tras la incorporación de Susana Nogal, Rebeca Barrón, Esther López Frago, Miguel Pérez, escritor y director del aula hospitalaria del Niño Jesús, y algunos de los principales colegios del distrito como Santa Maria del Pilar, Montserrat Fuhem, CEIP Escuelas Aguirre, CEIP Ciudad de Roma y CEIP Nuestra Señora de la Almudena.

Susana Nogal en la biblioteca Eugenio Trías
Susana Nogal en la biblioteca Eugenio Trías

Campanilla, al ver que estos niños eran tan felices, quiso esparcir su polvo de hadas en las aulas hospitalarias del Gregorio Marañón y del Clínico de Madrid y en los colegios del distrito de Retiro de la mano de profesores, estudiantes y familias. Los últimos centros en sumarse han sido los colegios Santa Elizabeth y el Centro de Educación Especial María Corredentora, este último es un referente en la Comunidad de Madrid en Síndrome de Down. Y como los cuentos tienen que ser contados, la Escuela de Cuentacuentos de Victoria Siedlecki aporta su literario grano de arena a esta iniciativa de la mano de su directora y algunos de sus alumnos más destacados como Paty Cardona y Jose Murillo, mandando sus narraciones desde Monterrey (México).

Cuentacuentos en el aula hospitalaria del Niño Jesús
Cuentacuentos en el aula hospitalaria del Niño Jesús

Sin embargo, al igual que Alicia cuando cayó en la madriguera del conejo, este proyecto también ha tenido que superar los retos que se le han presentado. Con la llegada de la COVID-19, se dio un paso importante hacia su digitalización. Ahora esas ventanas dejan pasar las historias también a través de las pantallas. Este nuevo giro hacia la virtualidad permite a pacientes ingresados, crear y compartir sus lecturas favoritas en este canal de YouTube. Hoy por hoy, esa sinergia mantiene un equilibrio entre la respuesta tradicional de los pequeños directamente en los hospitales y en la biblioteca y el uso de las tecnologías para llegar a muchos más niños, facilitando su participación e inclusión en el proyecto, independientemente de su estado de salud, condición socioeconómica o diferentes capacidades.

Fusión entre autores clásicos y modernos

Desde clásicos como Caperucita Roja, El gato con botas, La ratita presumida o Los tres cerditos hasta nuevas historias como El duende comecosquillas, El mejor regalo del mundo, Wangari y los árboles de la paz o La mochila invisible despiertan la imaginación de los pequeños y les invitan a formar parte de las propias historias.

Begoña Oro en Eugenio Trías
Begoña Oro en Eugenio Trías

Una de las propuestas de este proyecto es conocer a nuevos escritores con la actividad ‘Descubriendo autores’. Este año, Begoña Oro, autora de Misterios a domicilio; Vanesa Pérez-Sauquillo, creadora de El Caballo de Lord Byron, y Begoña Bueno, con su cuento ¡No hay Luz!, son las encargadas de ir a las aulas hospitalarias del Niño Jesús, del Gregorio Marañón y del Clínico San Carlos y de participar en las actividades de animación a la lectura que se realizan con los colegios de la zona en la Biblioteca Eugenio Trías.

En el canal de YouTube del proyecto hay propuestas como la hora del cuento, la hora joven, la hora del kamishibai, que es teatro de papel, y la hora del arte. En este último caso, la Asociación Argadini se encarga de acercar a los pacientes, iniciativas relacionadas con el mundo del arte. Lo hacen mostrando algunas de las obras más importantes de los museos madrileños a jóvenes con TEA (trastorno del espectro autista).

La iniciativa ha ido creciendo con el paso de los años hasta convertirse en Lectura que da vida… Suma y sigue. Desde 2016, ha sido nominada al Premio Consejo de Cooperación Bibliotecaria y ha recibido los galardones Liber 2020 y Biblioteca pública y compromiso social. También es uno de los tres proyectos seleccionados a nivel nacional para el Día de las Bibliotecas de 2022.
Lectura que da vida… Suma y sigue, iniciativa de la Biblioteca Municipal Eugenio Trías, es como la alfombra de Aladdín. Permite a los pequeños guerreros echar a volar su imaginación, conocer nuevos mundos, disfrutar y, simplemente, sentirse niños a través de los libros.

Cartel 'Lectura que da vida... suma y sigue'
Cartel ‘Lectura que da vida… suma y sigue’