Madrid cuenta con 10,9 millones de metros cuadrados de suelo industrial, según el Plan General de Ordenación Urbana. Ya sea a través de la iniciativa privada, de las instituciones o de la colaboración público-privada, la ciudad trabaja cada día para desarrollar una red industrial competitiva, sólida, generadora de empleo, con deseo de permanencia y a la vanguardia en investigación, desarrollo e innovación.

Para contribuir al buen progreso de esa locomotora industrial, desde el Ayuntamiento, además de promover e incentivar el desarrollo en este sector con medidas de ámbito económico, también se llevan a cabo actuaciones como la mejora y adecuación del suelo público de una decena de polígonos industriales o la creación de nuevas infraestructuras, como las factorías industriales de Villaverde, Villa de Vallecas y Vicálvaro, orientadas a consolidar y revitalizar el tejido productivo de la ciudad.

Dentro del perímetro industrial de la capital, Villaverde, Villa de Vallecas, Vicálvaro y San Blas-Canillejas son los distritos con mayor concentración espacial de zonas industriales, dos millones y medio de metros cuadrados, propiciado en gran parte por su localización geográfica. Sin embargo, no siempre ha sido así. A mediados del siglo XX, en la mayor parte de las grandes ciudades se produjo un proceso de desindustrialización en su interior, lo que dio lugar a un movimiento centrífugo que trasladó la actividad desde el centro de las urbes hacia las afueras.

En el caso de Madrid, en la década de los setenta, debido a la crisis económica, y a la difícil operatividad por los mayores niveles de tráfico y de densidad de población, muchas medianas y pequeñas industrias asentadas en el centro acabaron por trasladarse a la periferia, situándose en polígonos específicamente creados para el desarrollo de la actividad industrial y que configuraron el mapa de suelo industrial que conocemos ahora.

Adecuación y mejora de una decena polígonos industriales

Para facilitar la actividad de las empresas y adaptarse a sus necesidades, los polígonos industriales que han ido poblando el suelo de la capital requieren de un mantenimiento y una modernización constante. Con este objetivo, el Ayuntamiento ha emprendido los trabajos de renovación y mejora del espacio público en diez de ellos, ubicados en su mayor parte en el sureste de la ciudad. Valverde, La Arboleda, Las Mercedes, La Resina o Aguacate son algunas de las áreas objeto mejora.

Con estas intervenciones, el fin es una mejora considerable de la accesibilidad, la pavimentación, las zonas verdes o la ordenación de los aparcamientos y, lo que es más importante, impulsar el aumento de la funcionalidad de los entornos industriales, para, de este modo, facilitar la actividad profesional de las empresas ya instaladas y a la vez atraer a otras nuevas. A su vez, todo ello contribuye a dinamizar el sector industrial madrileño y a favorecer la creación de nuevos puestos de trabajo.

Factorías industriales, nuevos modelos de alojamiento y de centro de servicios

Dentro de las medidas para contribuir a la consolidación y revitalización del tejido productivo de la ciudad, tienen una especial relevancia las factorías industriales, construidas por el Ayuntamiento en tres emplazamientos del sureste metropolitano, la del polígono industrial de El Gato en Villaverde, la del polígono de La Atayuela, en Villa de Vallecas, actualmente en proceso de licitación, y la primera de ellas, ubicada en el área industrial de Vicálvaro y puesta en marcha en el año 2011.

Todas ellas están configuradas como infraestructuras específicas, orientadas como centros de actividad industrial y con el fin último de favorecer el impulso de pymes y medianas empresas, proporcionándoles no solo alojamiento físico, sino también, servicios y formación especializada. Para ello, este tipo de construcciones tiene una configuración común compuesta por un alojamiento físico para las empresas distribuido en cuerpos con naves de tipologías variadas y áreas comunes con zonas administrativas, salón de actos, zona de exposiciones, área de coworking o salas de reuniones y laboratorio.

Ya sea desde la construcción de infraestructuras como estas factorías industriales, la mejora y adecuación de las características de su emplazamiento o las medidas e incentivos económicos, el fin es acompañar y ayudar a los proyectos empresariales para el desarrollo de sus iniciativas y la consolidación de sus negocios, así como aumentar su capacidad de atracción, sinergias y colaboraciones con otros sectores de la economía madrileña.