Muy cerca ya de celebrar el primer aniversario de la declaración del Eje Prado-Retiro-Recoletos como Patrimonio Mundial por la UNESCO, una muestra fotográfica, apoyada por el Ayuntamiento, nos ofrece una mirada distinta y asombrosa sobre los tesoros que encierra esta zona única en el mundo. Gratuita, puede verse presencialmente y de forma virtual, esta última más extensa.

Desde la declaración, en julio del pasado año, el Ayuntamiento ha reforzado el esfuerzo por divulgar esta joya patrimonial. Ahora, ha aprovechado la Feria del Libro para celebrar este aniversario, incluyendo en la caseta municipal los carteles de la campaña de promoción de este espacio cultural integrado por el paseo del Prado y El Retiro y distribuir información para dar a conocer sus principales bienes.

Muestra presencial y virtual

Integrada dentro de PhotoEspaña, la ‘Exposición de la Luz’ es una muestra gratuita bajo la cúpula del Hotel Westin Palace, uno de los edificios que se insertan en el Paisaje de Luz, que estará abierta desde mañana, jueves 2 de junio, hasta el 15 de septiembre, de 11:00 a 13:30 y de 16:00 a 19:30 h, de lunes a sábado.

Exposición de la Luz. El Real Jardín Botánico_©2022 Antonello Dellanotte
El Real Jardín Botánico_©2022 Antonello Dellanotte

La muestra se compone de 15 obras en gran formato -más otras 15 en exposición virtual extendida- firmadas por el  fotógrafo y divulgador Antonello Dellanotte, uno de los artistas que mejor ha captado bajo su lente este eje que encierra una riqueza cultural y patrimonial única: más de 21 bienes de interés cultural  desde las instituciones como el Palacio de Cibeles los museos del Prado, Thyssen-Bornemisza, Reina Sofía, Naval o de Antropología hasta el Real Observatorio Astronómico, o el Jardín Botánico; monumentos icónicos  como la Puerta de Alcalá, las fuentes de Cibeles, Apolo, Neptuno y la de la Alcachofa, o el de Alfonso XII en el estanque del Retiro, sin olvidar ese corazón verde, que vertebra la zona: el Parque del Retiro.

Dellanotte, fotógrafo de la candidatura oficial del Paisaje de Luz, inició su ‘fijación’ por El Retiro una nevada mañana de enero de 2009 cuando realizó su primer reportaje fotográfico del parque. A partir de ahí ya no paró. Monumentos, árboles, flores, aves, gente… la vida de un parque presente como ninguno en otras vidas, las de los madrileños. De ese abultado archivo, Dellanotte ha seleccionado 30 imágenes, nunca exhibidas conjuntamente, que abarcan desde 2013 hasta la actualidad. Quince se pueden visitar presencialmente de forma gratuita, y otras quince más a través de la exposición virtual extendida, accesible a través de www.expodelaluz.com.

Mirada alternativa

Además de la belleza, quizá lo más significativo de la muestra sea esa mirada, ese encuadre que nos hace ver el Paisaje de Luz desde ángulos insospechados, siempre desconocidos incluso para los más familiarizados con este entorno. Todas referenciadas a la página de Paisaje de Luz para conocer un poco más de la historia de cada uno de esos monumentos que lo integran.

Por ejemplo, el contrapicado del pórtico del Museo del Prado, titulado ‘Detalles de Villanueva’ y captado el pasado mes de abril con el que abre la muestra, o la ‘Noche en Palacio’, tomada en noviembre de 2021, y que nos muestra una imagen nocturna e insólita del Palacio de Cristal totalmente iluminado por dentro y por fuera. O el ‘Real Jardín Botánico’, fotografía realizada en abril después de muchos intentos para poner en valor los elementos del agua y del cielo de Madrid en el contexto ilustrado del estanque y monumento de Carlos Linneo.

Le siguen una imagen tomada en 2018 cuando se cumplían los 150 años de la titularidad pública del parque y como regalo nos ofreció un otoño especialmente lluvioso que reforzó la belleza de los jardines y que constituye una de las “fotografías imprescindibles” de su obra en el parque, según el autor. Por eso la tituló ‘El otoño más bello’.

Impresiona también un Ángel Caído, al que ha titulado ‘Dracarys’, término que susurraba a sus dragones Daenerys Targaryen de ‘Juego de Tronos’, y al que un rayo de sol amenazante le confiere un halo casi apocalíptico.

La estación de Atocha; un Neptuno que, como bien titula la imagen, no es el rey de los mares sino de los cielos; ese ‘Invierno en naranja’ con un estanque teñido con toda la paleta de ocres, rojos, rosas y naranjas, o el ‘Amanecer entre hierro y cristal’, donde la cúpula del Palacio absorbe la transparencia, los reflejos y la fuerza del cielo del amanecer estival, son otras de las obras expuestas.

Exposición de la Luz. Patinaje sobre hielo. @2022 Antonello Dellanotte
Exposición de la Luz. Patinaje sobre hielo. @2022 Antonello Dellanotte

Y no podían faltar imágenes insólitas, ‘efectos colaterales’ de causas sobrevenidas para alterar la vida cotidiana, como fueron el confinamiento o Filomena. Un Retiro vacío, desolado por la vida humana ausente, ya que Dellanotte fue el único fotógrafo autorizado a entrar para documentar el estado del parque tras pasar semanas cerrado al público, o cuatro fotografías dedicadas al Paisaje de Luz y Filomena: la puerta de Alcalá, el monumento a Alfonso XII, el Palacio de Fomento y la Cibeles y su entorno, vestidos todos con un grueso abrigo blanco.

El edificio Metrópolis, la Real Academia Española, San Manuel y San Benito son algunas de las otras imágenes que se suman a la exposición virtual extendida, en la que la fauna y la flora reclaman también su protagonismo: patos, palomas, un humilde mito (Aegithalos caudatus) o el nenúfar gigante Victoria Longwood Hybrid atrapan la mirada y despiertan la sorpresa al comprobar lo desconocido que puede llegar a ser algo tan familiar como el Retiro.

Porque si el fotógrado se ha impuesto algo, no es solo captar, es divulgar ese patrimonio madrileño único.

Exposición de la Luz. Imagen insólita, un Retiro vacío durante el confinamiento
Exposición de la Luz. Imagen insólita, un Retiro vacío durante el confinamiento

Gastronomía

Y para complementar la muestra, un maridaje entre fotografía y gastronomía, con el Menú de la Luz, elaborado por el chef José Luque, con seis platos inspirados en otras tantas fotografías de la muestra.

El contrapicado del Museo del Prado está en la base del ‘Bitter-melo de berberechos y tomatillos amarillos’, un refrescante cóctel servido con una gelatina de vodka, zumo de pomelo y granadina, que se acompaña de berberechos y tomatillos amarillos con ramillete de flor de saúco. La imagen del Jardín Botánico tomada desde el estanque de Linneo inspira el primer plato, un salpicón de bogavante, cous cous de verduritas y gazpacho verde de aguacate, espinaca y pepino. En el Palacio de Cristal y en el estanque grande se inspiran los dos platos fuertes. La cúpula del Palacio de Cristal inspira la merluza asada bajo cúpula de raíz de loto y compota de calabaza, mientras que los colores de la amanecida en el estanque grande están en el cochinillo a baja temperatura, cremoso de zanahoria al romero y cardamomo.

Uno de los platos más espectaculares, quizá porque lo es su fuente de inspiración, un Retiro solitario y nevado, es el suflé Filomena, esferas de mousse de coco, hilos de merengue y bizcochos de sifón en blanco sobre crumble de almendra. Y un paseo en otoño para finalizar con un mignardises, a modo de teja de azúcar y almendra, con bizcochitos verdes y cacao espolvoreado para emular los colores.

Porque si algo es esta muestra, es una incitación a los sentidos.