“Cuando das con la clave de la ilustración y no puedes parar hasta que terminas”. Esos momentos son los que más le gustan a Elsa Suárez Girard de su trabajo porque es “una sensación de mucha plenitud”. Y recién estrenada la imagen que ha creado para el cartel de las fiestas de San Isidro 2022, está pletórica y siente “un orgullo total y mucha alegría”.
Una alegría que se respira en su propuesta, por partida doble, porque ha ilustrado dos carteles en versión chulapo y chulapa. “He querido reflejar la alegría de reunirse de nuevo todos, un ambiente para distintas generaciones y, sobre todo, el compartir un buen momento. Volvemos, por fin, a poder juntarnos, a celebrar y disfrutar de la verbena de San Isidro”.
Amor por el arte, la cultura y la belleza
Elsa Suárez no tiene claro el momento exacto en el que le surgió el gusanillo del dibujo y la pintura. “Pero sí recuerdo que desde muy niña dibujaba para entretenerme. Imagino que el ambiente en mi casa era muy propicio. Tanto mi padre como mi madre son muy buenos dibujantes y siempre se mostraron muy a favor de incentivar mi creatividad. Mi madre siempre nos llevó a los museos cuando viajábamos y nos inculcó desde pequeños el amor por el arte, la cultura y la belleza”. Algo que surtió verdadero efecto porque la Suárez Girard es una familia rebosante de creatividad.
Madrid: familia, amigos y oficio artístico
Su padre, el escritor y cineasta asturiano Gonzalo Suárez, conoció a su madre, Hélène Girard, en Madrid, a través de su abuelo, Gonzalo Suárez Gómez, que era catedrático de francés. Finalmente, se instalaron en Barcelona donde nació Elsa, al igual que sus tres hermanos mayores. Ella tenía un año cuando la familia llegó a Madrid y, aunque el destino le ha llevado de vuelta a su ciudad natal, se siente madrileña y está en total conexión. “Madrid significa toda mi infancia y juventud. La familia, los amigos de toda la vida”. Y también es donde surgió su vocación y la que es su profesión.
“Yo sabía que mi futuro estaba en algún oficio artístico, pero no terminaba de decidirme. Trabajé en algún rodaje y también hice alguna exposición de pintura, retratos por encargo al óleo…”. Finalmente, animada por su madre, quien “tuvo mucho ojo”, se matriculó en diseño gráfico en el Instituto Europeo de Diseño, el IED Madrid, que en aquellos años despegaba en el palacio modernista de Larra 14, en la zona de Malasaña. “Fue un acierto ya que era la manera de canalizar mi creatividad y, a la vez, trabajar para diversos clientes y hacer trabajos variados”.
Ilustradora y diseñadora de cubiertas de libros
Curiosamente, el edificio donde estudió había albergado a lo largo del siglo XX diferentes iniciativas periodísticas y editoriales. Un campo en el que, con el tiempo, se especializó esta ilustradora y diseñadora de cubiertas de libros, que lleva en su haber un inmenso número de portadas para editoriales del país. “He perdido la cuenta, pero deben de ser alrededor de mil portadas”. Como ilustradora, también ha colaborado con el diario El País, en especial para el suplemento cultural Babelia.
Para ella, los libros son “una ventana a una historia” y “la cubierta de un libro es importantísima”, aunque no sabe si es muy objetiva. “Muchas veces, una buena portada me ha hecho comprar un libro del que no tengo referencias. Y, la mayoría de las veces, me ha gustado”.
- Se acerca la Feria del Libro de Madrid. Recomiéndanos un libro y si has diseñado la cubierta, mejor.
- El cuarto de Jacob de Virginia Woolf o El cementerio azul de Gonzalo Suárez 😉
Meterse en un jardín
Entre sus últimos trabajos, los favoritos son -le hacemos elegir- “el cartel de San Isidro 2022, por supuesto, y también el cartel para The Barcelonian”. Para este proyecto colectivo de ilustración con portadas de una revista inexistente, ilustró el parque del Laberinto de Horta, que cuenta con el jardín más antiguo de Barcelona.
De Madrid, el sitio que le gustaría ilustrar es el parque del Capricho. Sí, también un jardín histórico y uno de los rincones más bonitos en el barrio de Alameda de Osuna, distrito de Barajas.
El Madrid particular de Elsa Suárez Girard
Sus rincones favoritos están en el corazón de Madrid. “Siempre he vivido en el centro. En la calle de la Encarnación, luego en la de Atocha y después Bailén”. Le gusta mucho la plaza de la Encarnación y el Senado, “cuando se podía entrar dentro de la pequeña plaza”.
- Para desconectar o encontrar inspiración: Los Campos del Moro
- Con bullicio: Malasaña y La Latina
- Una librería: Méndez
- Una biblioteca: La del Reina Sofía
- Un restaurante: O Curruncho, Entre suspiro y suspiro…
- Esa tienda irresistible donde comprabas materiales: La Riva
- Un espacio cultural: Conde Duque
- Un sitio para ir con niños: El Retiro y Madrid Río
Por ponerle un toque castizo a tu Madrid, si hablamos de rosquillas ¿eres más de listas, tontas, francesas o de Santa Clara?
Yo, de las tontas.
El proceso creativo
Dice Elsa Suárez que su proceso de creación ante el papel en blanco es un poco caótico. “Cuando se trata de ilustrar una cubierta de libro, miro lo que se ha hecho antes. Primero, hago un trabajo de recopilación. Luego, ordeno, pienso una buena idea que plasmar, según sea el trabajo, y comienzo con un boceto. Utilizo de todo, rotuladores, lápices, acrílicos… Antes o después, lo escaneo y termino de pintar con Photoshop o con Procreate.
- Cuáles son tus referentes a la hora de crear… Muchísimos, ahora me vienen a la cabeza David Hockney, Pierre Bonnard, Francisco de Goya, Velázquez, Louisa Matthiasdottir, Andrew Wyeth…
- Cuál sería la ilustración imposible, si la hay para ti… Alguna que requiriese mucha paciencia y que no tuviese ninguna afinidad por el tema a tratar.
- Cómo ves la ilustración madrileña… Muy potente
Sobre elementos recurrentes en tus ilustraciones…
- El color y la luz. Le doy mucha importancia a los cielos, por esto también me hacía mucha ilusión plasmar el precioso cielo de Madrid.
- Personajes de espaldas. Lo encuentro sugerente y misterioso, y además así es más fácil identificarse con el personaje.
- Personajes que corren o caminan… Me gusta que, en una ilustración que supone un solo plano, haya movimiento y que este movimiento lo descubras cuando te fijas bien.
- Protagonismo de la mujer. Quizá por ser mujer me resulta un tema más cercano de representar.
- La presencia del perro y los animales. Si puedo, me gusta colar en los dibujos algún animalillo que me resulte simpático. Desde niña he convivido con animales y me encantan.
- Puertas y laberintos. Los encuentro misteriosos y sugerentes. El comienzo de una historia…
- Claveles. Una flor perfecta y sin pretensiones.
La pradera de San Isidro y el cielo de Madrid
La única pauta que recibió para hacer el cartel de las fiestas patronales de Madrid fue que se inspirase en La pradera de San Isidro de Goya. “¡Qué puede haber más inspirador que esto!” Y así comenzó un proceso creativo que, dice, ha sido “muy fluido y agradable” porque “se trataba de hacer algo bonito, alegre, con vida”. Eligió un “estilo más o menos realista”, con técnica digital y colores muy vivos.
“Como base utilicé el horizonte del cuadro de Goya”, al que añadió edificios del skyline madrileño de hoy, bajo un gran cielo azul. “Y los personajes también actualizados”. Gente de diferentes edades, que igual bailan un chotis que se hacen un selfi. En cuanto a los perros, que tanto le gustan, son un protagonista más en la pradera de San Isidro. Uno de ellos está inspirado en el de Las Meninas de Velázquez, apunta. “Y también he incluido un gorrión, que es el pájaro que más echo de menos en los últimos tiempos en las ciudades”. El guiño a San Isidro no podía faltar, porque en 2022 se celebra el Año Santo en el que se cumplen 400 años de su canonización. “Lo pinté con sus bueyes, al fondo de la ilustración, junto al Manzanares”.
Un futuro lleno de posibilidades
Elsa Suárez es de esa generación que ha vivido la ilustración en papel y la evolución a lo digital. “Ha sido un cambio muy positivo, para mí. Me alegro mucho de venir del mundo predigital y de saber manejarme con un lápiz o un pincel, pero verdaderamente el mundo digital facilita mucho el trabajo. Supongo que, en un futuro no muy lejano, las posibilidades que dará el mundo digital serán casi infinitas, pero espero que detrás siempre haya necesidad de una cabeza pensante”.