Durante las próximas semanas, Madrid dirá adiós a uno de sus últimos grandes pasos elevados, el conocido como puente de Pedro Bosch que une algunas de las arterias más transitadas del sureste de la capital como son las calles de Méndez Álvaro, Pedro Bosch, Doctor Esquerdo y la avenida de la Ciudad de Barcelona. Aunque el puente no desaparecerá completamente, puesto que el tablero será reconfigurado y reconstruido en parte de su recorrido, sí será una despedida a un modelo de concebir la ciudad que durante los años 70 salpicó la capital con grandes infraestructuras de hormigón en puntos neurálgicos con el fin de encauzar un aumento incesante del tráfico rodado, pero que impedían ver y vivir cómodamente la ciudad.

El proyecto de reurbanización que ahora se plantea en esta zona comprende fundamentalmente dos ámbitos de actuación con las vías ferroviarias como eje vertebrador. Por un lado, el desmantelamiento del puente desde la calle de Valderribas hasta las vías del tren, la posterior reconstrucción del puente desde las vías hasta unos metros antes de la avenida de la Ciudad de Barcelona y la reurbanización del entorno de Doctor Esquerdo, ya sin paso elevado. Por otro, la reconfiguración del paso elevado sobre las vías ferroviarias y la calle de Méndez Álvaro.

Nuevo paisaje urbano en el entorno de Doctor Esquerdo

Para entender mejor cómo va a ser la transformación de esta zona, podemos visualizarla tomando como punto de referencia las vías ferroviarias. Una vez ubicados en este eje, a un lado del puente encontramos que el tablero discurre hasta la calle de Méndez Álvaro y al otro lo hace hasta Doctor Esquerdo en la confluencia con la avenida de la Ciudad de Barcelona.

En este último tramo, una vez desmantelado el tablero del puente, la fisonomía del entorno cambiará significativamente, aunque en distinta manera, ya que desde las vías del tren hasta casi Ciudad de Barcelona el puente va a ser reconstruido y sus laterales reurbanizados. Y en el eje de Doctor Esquerdo que va desde Ciudad de Barcelona hasta la glorieta de Conde de Casal, ya no habrá paso elevado.

Esa desaparición del paso elevado en este punto será la que propiciará una mayor transformación del paisaje urbano del entorno, empezando por la movilidad del tráfico rodado que discurrirá exclusivamente a cota de rasante de la calle. También significativo será el cambio desde el punto de vista paisajístico para los vecinos que residen y transitan por estas vías. Así, pasarán de tener como referencia a una infraestructura gris y obsoleta a disfrutar de un espacio urbano diáfano, sin barreras de hormigón y que redundará en una mayor calidad de vida medioambiental en esta área del distrito de Retiro.

Para poder disfrutar de los cambios en el entorno lo antes posible, tanto la demolición del tablero como la remodelación de la zona de Doctor Esquerdo se ejecutarán en paralelo.

Desde las vías hasta Méndez Álvaro, el puente será reconfigurado

Volvemos de nuevo a nuestro punto de referencia en las vías del tren, pero esta vez hacia el otro lado, desde el trazado ferroviario a la calle de Méndez Álvaro. Aquí, para poder salvar las vías férreas, la estructura existente se mantendrá, pero el tablero del puente sufrirá una profunda transformación que redundará en mejoras medioambientales, de movilidad y también de conexión peatonal entre los distritos de Retiro y Arganzuela.

De esta forma, la restructuración planteada se materializará en una nueva vía urbana de movilidad sostenible y que dispondrá de una amplia plataforma ajardinada en el lado occidental del puente y un carril bici segregado del tráfico mediante una banda ajardinada y arbolada en el lado oriental. Así, tanto el paseo peatonal como el itinerario ciclista discurrirán entre árboles para mejorar la calidad ambiental de ambos recorridos.

Los usuarios de las actuales instalaciones deportivas situadas bajo el paso elevado podrán seguir haciendo uso de ellas una vez finalizadas las obras, cuando sean reinstaladas. El espacio destinado a rocódromo, destruido por un incendio, será instalado en el parque adyacente por la Junta Municipal de Retiro.

Puente Pedro Bosch en la actualidad
Puente Pedro Bosch en la actualidad
Entorno Pedro Bosch tras las obras
Entorno Pedro Bosch tras las obras

Movilidad más cómoda y segura entre Retiro y Arganzuela

La mejora de la movilidad peatonal y ciclista entre Retiro y Arganzuela será otro de los puntos fuertes del proyecto. Para ello, el nuevo eje dispondrá de un carril por sentido para el transporte público, otro para el vehículo privado y un carril bici bidireccional. Esto permitirá que la conexión entre ambos distritos pueda realizarse de manera más confortable y segura tanto caminando como en bicicleta, en transporte público o en vehículo privado, con un espacio más equilibrado para cada modo de movilidad y mayor calidad paisajística y ambiental.

El tránsito peatonal discurrirá por una amplia acera ajardinada que conformará un paseo verde entre los distritos y que estará dotado de mobiliario urbano. Además, en el descenso del puente hacia Méndez Álvaro, una vez cruzadas las vías, se crearán dos nuevos pasos de peatones que conectarán las dos zonas verdes de ambos lados de la calle, así como la salida de metro con las paradas de autobús a los dos lados de la calzada.

Demolición similar a la de Joaquín Costa

El paso elevado de Pedro Bosch fue inaugurado el 27 de julio de 1972 por el entonces alcalde, Carlos Arias Navarro. En su momento, sus 1.100 metros lo convirtieron en el más largo de la capital. Su construcción supuso la unión del sur de la ciudad desde Méndez Álvaro hasta Doctor Esquerdo.

Ahora, con su desmantelamiento, desaparece un modelo de ordenación vial y un paisaje urbano característico de finales de los 60 y principios de los 70. Un modelo de ciudad que demandaba infraestructuras en los viales que soportaban más tráfico rodado y que se vio obligada a buscar soluciones para canalizar el aumento de circulación de vehículos de la forma más ordenada y eficaz posible.

Para su demolición y retirada, se emplearán procedimientos similares a los empleados en el desmantelamiento del paso elevado en el eje Joaquín Costa-Francisco Silvela en el año 2020. Al igual que en esa ocasión, se realizará mediante procedimientos de demolición controlada, en la que previamente se colocará una estructura de sujeción bajo el tablero y, posteriormente, se realizarán cortes longitudinales transversales para obtener piezas de gran tamaño que se transportarán hasta un vertedero autorizado.

Con objeto de minimizar el impacto en la circulación de esta zona, una vez demolido el puente desde las vías ferroviarias hasta la calle de Valderribas, los conductores podrán circular por las rampas laterales que no desaparecerán hasta que no esté en servicio el nuevo paso elevado desde las vías hasta el cruce con la avenida de la Ciudad de Barcelona.