Cae la noche y la luna asoma tímidamente para reflejar su luz en un local de la Gran Vía madrileña, número 12. Estamos en 1931 y el Bar Chicote acaba de abrir sus puertas, llamado a convertirse en uno de los locales más emblemáticos de la ciudad. El hoy Museo Chicote era el primer establecimiento especializado en coctelería de España.
Con una decoración claramente art decó, encargada por su fundador, Perico Chicote, al famoso arquitecto de la época Luis Gutiérrez Soto, el local ha sido testigo de largas noches de fiesta en las que han desfilado grandes artistas del cine americano como Ava Gardner, Audrey Hepburn, Sofía Loren o Grace Kelly. Pero también escritores de la talla de Ernest Hemingway o cantantes como Frank Sinatra, y hasta un presidente estadounidense, Dwight D. Eisenhower. En definitiva, “la crema de la intelectualidad” como un mexicano universal, Agustín Lara, lo definiría en su chotis ‘Madrid’.
El cóctel del éxito, ingredientes
Su colección de miles y miles de botellas de licor procedentes de numerosas regiones del mundo, y su excepcional localización fueron las piezas clave para convertir el Museo Chicote en el lugar mítico, el escenario de reunión de cientos de famosos y de simples ciudadanos de a pie durante décadas.
Pero la razón esencial de ese cóctel de éxito era él mismo, Perico Chicote, madrileño nacido con el final del siglo XIX, que defendía la profesión de barman con ahínco. Así contaba él, en su libro 1947. Cocktails Mundiales by Perico Chicote los ingredientes: además de saber de vinos y licores y de sus incalculables mezclas, era igual o más fundamental “el saber la psicología de las personas, de sus gustos, hablar idiomas extranjeros a ser posible aprendidos en los países de origen; estar en posesión de cierta esmerada educación…poseer una conversación fácil y amena, haber viajado mucho, conocer grandes capitales…”
Con esa receta, podría decirse que Perico Chicote, no solo fundó un simple bar, sino que fue capaz de tejer el recuerdo de la ciudad de Madrid.
Su esplendor comenzó a decaer en la década de los setenta, pasando de mano en mano tras la muerte de su propietario, ocurrida en 1977.
Desde hace más de una década, el local pertenece a un grupo de jóvenes empresarios que también gestionan otros locales de la zona como el Mercado de la Reina o la Parrilla de la Reina, ambos en la Gran Vía, y Diurno, en la cercana Chueca. Ejemplo de adaptación a los nuevos tiempos -ha incluido por ejemplo la presencia de un DJ o ha abierto la carta al brunch– el Museo Chicote sigue fiel a ese espíritu con que nació, conserva la barra y el mobiliario, y cruzar su famosa puerta giratoria es adentrarse en la esencia y el glamour de aquella época.
Para conmemorar su 90 aniversario y con el fin de salvaguardar y ‘embotellar’ sus recuerdos, el Plan de Memoria de Madrid ha reconocido el Museo Chicote como uno de los establecimientos más icónicos de la capital, colocando una placa conmemorativa y reconociendo su valor histórico. Esta placa forma parte de una colección de más de 400 con las que el Ayuntamiento quiere mantener viva la memoria de la ciudad.
Parada de muchas rutas
Son numerosas las rutas que incluyen el Museo Chicote como parada obligatoria para conocer y revivir momentos de antaño y de hoy también. Podemos destacar la ruta del Madrid de Ava Gardner, un mapa ilustrado en el que el Ayuntamiento ha dibujado las ‘paradas’ habituales de la famosa actriz para que madrileños y turistas puedan seguir la huella que Ava ha dejado en la ciudad.
Otra ruta que también incluye el Museo Chicote es El Madrid de Dalí, Lorca y Buñuel con un folleto informativo que explora la trayectoria personal y profesional en la ciudad de estos tres grandes artistas españoles del siglo XX.
También se han llevado a cabo diferentes propuestas que ponen de manifiesto una vez más su importancia en la capital y en el séptimo arte, como el programa ‘Mira Madrid’ que, en su edición de 2019, incluía la ruta especial Madrid de cine con el escritor Pedro Sánchez Castrejón, en la que se conoció el papel protagonista de Madrid en la historia del cine a través de numerosas localizaciones de famosas películas. Y el Museo Chicote no podía faltar. Allí se han rodado parte de películas como Los abrazos rotos, de Almodóvar, o las series Arde Madrid y Velvet. Su historia es parte de la historia de esta ciudad.